AHUACATLÁN.- ¿Se imagina que en cada municipio hubiera una juez como la doctora Ana María Polo del conocido programa de Telemundo “Caso Cerrado”? Pues algo parecido es lo que se pretende hacer en México con el nuevo sistema de justicia de corte acusatorio adversarial que se empezó a implementar a través de las reformas promulgadas en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008.
Fue a partir de esa fecha cuando el Poder Judicial de los estados se ha estado preocupando para que antes del 2016, año en que vence el plazo para que todos los juzgados cuenten con una sala para juicios orales, se comience a impartir la justicia al estilo anglosajón.
Es por esa razón que El Regional acudió ante el juez de Ahuacatlán, licenciado René Gómez Ramón, a fin de conocer los avances que se tienen respecto al nuevo modelo que unificará el proceso penal en la república mexicana y que acelerará la impartición de justicia, procurando hacer válida la garantía del artículo 17 constitucional, que habla acerca de una administración de justicia pronta y expedita.
El licenciado Gómez Ramón dijo en exclusiva:
“Con este nuevo sistema de justicia penal se requieren salas de juicio para efecto de aplicar la nueva justicia penal; y sí, de acuerdo a la información de nuestro magistrado presidente, éstas se harían por zonas en un inicio. En el caso de la zona sur sería aquí en el juzgado de Ahuacatlán en donde anexo se haría una sala de juicio oral en donde se ventilarían los asuntos de Amatlán de Cañas, Ixtlán del Río y Jala”.
Mediante un cuadro sinóptico que el licenciado Gómez Ramón presentó en una conferencia en Ixtlán, explicó que los procesos penales iniciarán con la denuncia o querella sobre un hecho ilícito. Después, el procedimiento seguiría en tres fases: una etapa preliminar y otra intermedia a cargo de un juez de control a donde acudirían las partes, entre ellos la Policía Investigadora y el Ministerio Público (acusador), así como la víctima, a fin de que ofrezcan sus pruebas y alegatos, pudiendo allí mismo dirimir la controversia mediante la mediación y los acuerdos a los que lleguen para evitar ir a la tercera fase, que es propiamente la del juicio oral, donde se desahogarán las pruebas y se emitirá la sentencia a cargo de un juez distinto. Finalmente, otro juez se encargaría de que la sentencia se cumpla.
[pullquote]La Sala del Tribunal Oral en Ahuacatlán sería sede regional en el sur[/pullquote]
De lo anterior, se desprende que habría tres jueces, y una policía que se tiene que profesionalizar en distintos ámbitos, como la medicina forense, la criminalística, la criminología, etcétera. Asimismo, un ministerio público o fiscal que se encargaría de recabar las evidencias para inculpar al presunto delincuente; un defensor de oficio o a elección de la víctima para su defensa.
El juez de Ahuacatlán, comentó que estas salas estarían equipadas con equipo sofisticado para grabar las audiencias, y que los jueces que se encarguen de los procesos podrían dirimir las controversias a cualquier hora del día, incluyendo la noche.
Por otra parte, dijo que todos los jueces están obligados a actualizarse, tomar cursos y talleres para hacer cara a las nuevas reformas. Inclusive dijo que hace poco él tomó uno donde actores de Televisa tenían que ponerles el ejemplo de cómo tendrían que emitir la voz para lograr un mejor efecto en las sesiones.
- ¿Qué tanto pesará la retórica de los abogados en este tipo de controversias?
- “A muchos le preocupa esa situación. Pero en realidad las pruebas siguen siendo la parte fundamental de un juicio. El juez tendría la facultad de cambiarle el abogado a la víctima en caso de que no esté haciendo bien su trabajo, y si estima de la misma forma que el fiscal no sustentó bien su acusación, puede pedir que se haga cargo otro de ese asunto”, respondió.
(Segunda publicación)
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