Esta comunidad está impregnada de mucha historia. Es un pueblo muy antiguo, igual o más que el propio Ixtlán del Río. Sus orígenes se remontan mucho antes de la llegada de los españoles, ya que Cacalután llegó a ser un principado independiente que únicamente aceptaba la subordinación del reinado de Ixtlán durante toda la época prehispánica.
Cacalután es un nombre de origen náhuatl que significa “Lugar de los cacalotes” o lugar donde abundan los cuervos y por esa toponimia se deduce su antigüedad y prestigio.
Desde la época de la conquista fue un pueblo levantisco y nunca aceptó vasallaje ni sometimiento. Cuando los frailes de la doctrina de Ahuacatlán se dedicaron a evangelizar a los indígenas de toda la región, muy especialmente los hermanos fray Francisco Lorenzo y Miguel de Estivales, en cada lugar que aceptaba la religión plantaban una cruz, y en Cacalután sintieron el engaño, pues los cacalutecas aceptaron la religión sólo para matarlos y comérselos. Todo lo contrario a los otros pueblos.
Toda la época colonial fueron muy inconformes. En la lucha por la independencia de ahí surgió el gran rebelde insurgente Remigio Ayón que le llamaban “El Cacaluta” y todos los seguidores eran los indios de Cacalután. Este grupo de insurgentes asolaron toda la región sur de lo que ahora es Nayarit.
Ahuacatlán, Jala e Ixtlán sufrieron durante los años de 1811 y parte de 1812, los ataques de estos grupos. Célebre es el combate librado en las goteras de Ixtlán “La Batalla del Portezuelo” del 28 de junio de 1811, donde fueron hasta secuestradas familias pudientes de la antigua “Villa de Yztlán”.
Durante la época liberal igualmente fue un pueblo muy trabajoso, siempre se opusieron a las reglas y siguieron al que los invitaba a participar en las rebeliones. De esta manera ahí surgió el famoso “Grito de Cacalután” en contra de Lozada y los conservadores, capitaneado por el comandante José Ma. Trinidad Ramírez y a favor de los liberales, de Degollado y de D. Benito Juárez. Igualmente podemos decir que toda la etapa porfiriana siempre se opusieron a los hacendados y estuvieron en contra de pertenecer al “clan de Los Ramírez”. Es más, querían pertenecer a Hostotipaquillo, en lugar de Ixtlán.
Durante la Revolución surgieron muchos individuos que lucharon a favor de la causa revolucionaria y siempre se hicieron pasar por ellos aunque en realidad en muchas ocasiones fueron simples bandidos o cuatreros que asolaron los pueblos y ciudades, como fueron los grupos de Pablo González que tuvo su residencia en “La Pupa” y Bernardino Macías que feamente atacaron en distintas temporadas al pueblo de Ixtlán, saqueándolo e incendiándolo. Estos dos personajes eran pues de esos rumbos de la sierra ixtleca.

En lo que respecta a la religión fueron muy reacios y contradijeron a la autoridad eclesiástica. Se oponían a todo. Llegaron a quemar la iglesia varias veces y no aceptaban al padre en turno, pero no se sabe a ciencia cierta cuando surgió el culto al Señor de la Ascensión, al Cristo de Cacalután, sólo hay versiones y leyendas, pues por los principios de la colonia está confirmado que el Santo Patrono fue siempre Santiago Apóstol, que los indios nunca aceptaron y en cambio ese “Cristo mal hecho” – como le llegaron a decir los católicos de aquellas épocas sobre todo de Ixtlán –, sí fue aceptado y considerado muy milagroso.
La leyenda más aceptada se le llama “El Hallazgo”. Según se cuenta que por el río Grande o Santiago, venían tres cajones que la corriente arrastraba. Uno de ellos se rezagó e hizo remanso, precisamente en lo que se llaman “Las Juntas”, es decir donde descarga el arroyo San Antonio que trae las aguas del Jocobino y San Antonio. Pues bien, tres arrieros vieron que ese cajón no se iba y lo lazaron y se lo llevaron a Cacalután. Los otros dos cajones siguieron su derrotero. Uno en Acatique se quedó y otro fue hasta Santiago Ixcuintla. Por lo tanto, los tres Cristos son hermanos y tienen muchas similitudes.
Con el tiempo la caja que se quedó en Cacalután anduvo perdida o de casa en casa y descubrieron que era El Cristo Milagroso, y que muchos han llamado como Salvador de Horta ¿Cuándo sucedió esto? No se tiene fecha con precisión pero fue a mediados del siglo XVIII (1740 a 1780).
Este Cristo tiene muchos atributos; incluso cambia su estado de ánimo, como que se ríe y se enoja y ha dado muestras de sendos milagros y portentos, hasta sangrar los purificadores, más otras muestras difíciles de explicar.
Al paso de los años llegó a ir a Ixtlán sólo por El Barrio de Los Indios y a escondidas muy especialmente a una casa conocida como “La Capilla” que se ubica por la calle Abasolo y muy cerca de la Moctezuma. Originalmente los párrocos no lo miraban con buenos ojos a esta taumaturga imagen, pero en la actualidad tanto los sacerdotes, la feligresía de Ixtlán y todo el gobierno eclesiástico lo acepta y lo considera el más milagroso y sobre todo para atraer la lluvia cuando éstas se retrasan mucho y las labores y milpas la piden “a gritos”, cosa curiosa, en muchas ocasiones ha sucedido ese portento de que en cuanto lo pasean por las calles de Ixtlán del Río, inmediatamente empieza a llover. Así que en estos tiempos con pompa y otros lujos el Santo Cristo visita todas las iglesias de la ciudad.
Finalmente, el Pueblo de Cacalután todavía tiene su encanto del pasado de ser un lugar minero que en los alrededores se explotaban gran cantidad de minas; sus calles estrechas, empedradas y los callejones con mucho misterio y misteriosos sus esquinas y recovecos. Aun así, este pintoresco pueblo y pequeño pueblo tiene bien reconocido unos once barrios muy famosos como son: “La Iguana”, “El Zorrillo”, “El Títere”, “El Silencio”, “La Calle Real”, “Camoixta” y “El Arroyo”, “Las Trompadas”, “El Mentidero” y “El Otro Lado”.
Igualmente cuenta con casas muy antiguas que revelan un pasado con bonanza. Pero lo más característico, es sin duda alguna un fruto sin igual que se come mucho mejor en verde o sazón por lo carnoso, que solamente en esa región se da: “La Ciruela de Cacaluta”.
Y qué decir de sus fiestas; son todo un gran acontecimiento. “La Fiesta del Sr. de La Ascensión” es toda una feria, con bailes y jaripeos, la venida de “Los Hijos Ausentes” y las grandes peregrinaciones que visitan ese santuario, procedentes de tierras muy lejanas. Por todo eso y por mucho más es muy famoso CACALUTÁN.
Discussion about this post