LO BUENO: El entusiasmo y la buena voluntad de muchos servidores públicos que participan en el actual gobierno municipal de Ixtlán del Río, le imprime, por lo menos hasta ahora, un viento a favor que puede derivar en una administración que trascienda.
LO MALO: Que esa frescura en la atmósfera solo sea una ventolera producto de un idealismo, y, como ya se observa por parte de algunos funcionarios de primer nivel, en una confianza desbordada por la falta de humildad que, en cambio, caracteriza a su jefe, El Charranas.
LO FEO: Que como ya lo declaró ante la prensa el propio presidente de esta comuna, dichos funcionarios sean desacreditados y despedidos en los tres meses que estarán puestos a prueba.
Por nuestra parte, les mandamos decir de una vez a estos funcionarios, que la máxima autoridad son los regidores, la síndico y el presidente; que nosotros no somos sus empleados, y que por lo tanto no recibimos instrucciones de cómo se han de publicar nuestras notas.
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