- Este día rindió su tercer y último informe dejando una deuda mínima.
AHUACATLÁN.- A las 11:37 horas de éste martes el presidente José de Jesús Bañuelos Morales declaró cerrada la sesión del Ayuntamiento donde presentó su tercer y último informe de gobierno.
Algunos regidores y funcionarios públicos no ocultaron su emoción, y, con lágrimas en los ojos, escucharon el último mensaje de agradecimiento que les dirigió el profesor Bañuelos Morales quien se puso a disposición de todos aún después de que deje el cargo público.
“Me gustaría – dijo Pelón – que cuando vaya por la calle y los salude no me vuelvan la cara, que podamos ser amigos como hasta este momento. Porque debemos estar orgullosos del trabajo que hemos hecho, peso a las limitaciones y los errores que cometimos”.
Por otro lado el punto más sobresaliente del informe fue la deuda pública que dejará la administración. Mientras que en 2011 el Pelón Bañuelos asumió el poder con un déficit de 7 millones 933 mil 633 pesos; su gobierno dejará una deuda de 1 millón 909 mil pesos.
Los cinco ejes en los que giró la presentación del informe fueron:
- Medio ambiente y ecología.
- Seguridad pública ciudadana.
- Educación, cultura y calidad de vida.
- Infraestructura, urbanismo y vivienda.
- Desarrollo económico sostenible.
En cada uno de estos ejes se registraron acciones concretas y significativas para elevar el nivel de vida de los ciudadanos de Ahuacatlán. Tal como lo manifestó el alcalde:
“De manera sistemática le hemos dado seguimiento al Plan de Desarrollo Municipal planteado al principio de nuestra gestión, que contiene los cinco ejes rectores que han mandato nuestro accionar en el contexto del mejoramiento de cada una de las localidades de la municipalidad”.
Finalmente el profesor Bañuelos Morales terminó diciendo:
“Como seres humanos, debo reconocer con humildad las imperfecciones y errores en los que caímos, pero ellos, nada que no se pudiera subsanar o que tuviera repercusiones perennes… Ahora mismo experimento diversos sentimientos que no puedo dejar desapercibido. Impotencia, por lo que pudimos hacer y dejamos de hacerlo; angustia, por no poder satisfacer las necesidades de todas y todos los ciudadanos; pesar, por aquellas y aquellos que con esperanza confiaron en nosotros y no pudimos y no supimos ser quienes lleváramos por el camino deseado el municipio; dolor, mucho dolor, por la pérdida de tres seres amados, don Federico, mi papá, doña Luisa, mi mamá, y Herme, mi hermana. Pero no todo fue ríspido y agónico, me llevo la alegría de haber cosechado, a través del servicio, infinidad de amigas y amigos, de los cuales aprendí demasiado”.
Discussion about this post