Ahuacatlán, febrero 08.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- La silla que por ahora ocupa Chuyín Bernal en la presidencia municipal de Ahuacatlán, se ha convertido de pronto en un imán de muchos gauss. Varios políticos son los que se sienten profundamente atraídos por el referido reclinatorio; aunque al final de cuentas sólo será uno el que se siente en ella.
Los más visibles por el lado de la alianza PAN-PRD, son sin duda alguna el profesor José de Jesús Bañuelos Morales y Juan Manuel Parra Enríquez, formados ambos en dos corrientes distintas.
En la lista aparece también el nombre de Galdino Romero Bernal, un hombre muy conocido y recto en toda la extensión de la palabra, aunque éste al parecer no entra en las “negociaciones” cupulares, por lo que podría ser cobijado por otro partido.
Las cosas se tornan mucho más interesantes en la alianza denominada “Nayarit nos une”, conformada por los partidos PRI, PVEM y PANAL, pues al menos son seis o siete aspirantes; todos surgidos del tricolor.
Dicen que al seno de esta alianza no hay riesgo de una fractura. Quizás no; pero no se descartan los resentimientos, tal y como sucedió en las pasadas elecciones.
Los primeros que se pusieron la casaca fijando su vista en la silla presidencial, fueron Mario Machaín Mariscal, Cristian Caro Núñez y Emiliano Santana pasos. También se hablaba de Güicho González, aunque después se supo que éste enfocaría sus baterías hacia el Congreso del Estado.
Más tarde surgiría a la palestra el profesor Ramiro Martínez Enríquez; pero durante la reunión del pasado 27 de enero en la que se dio a conocer el nombramiento oficial de Gerson Trigueros como delegado especial para este proceso y ante la presencia de la delegada estatal, Liliana Rodríguez, saltaron al escenario la profesora Lorena Ramos Rivera, así como los ingenieros José de Jesús Robles Semerio y Miguel Partida Pérez.
Los siete aspirantes de la alianza “Nayarit nos une”, cabe decir, en aquella reunión, se comprometieron a trabajar intensamente bajo un pacto de civilidad, anteponiendo los intereses del partido a sus aspiraciones personales.
Ahuacatlán, febrero 08.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- La silla que por ahora ocupa Chuyín Bernal en la presidencia municipal de Ahuacatlán, se ha convertido de pronto en un imán de muchos gauss. Varios políticos son los que se sienten profundamente atraídos por el referido reclinatorio; aunque al final de cuentas sólo será uno el que se siente en ella.
Los más visibles por el lado de la alianza PAN-PRD, son sin duda alguna el profesor José de Jesús Bañuelos Morales y Juan Manuel Parra Enríquez, formados ambos en dos corrientes distintas.
En la lista aparece también el nombre de Galdino Romero Bernal, un hombre muy conocido y recto en toda la extensión de la palabra, aunque éste al parecer no entra en las “negociaciones” cupulares, por lo que podría ser cobijado por otro partido.
Las cosas se tornan mucho más interesantes en la alianza denominada “Nayarit nos une”, conformada por los partidos PRI, PVEM y PANAL, pues al menos son seis o siete aspirantes; todos surgidos del tricolor.
Dicen que al seno de esta alianza no hay riesgo de una fractura. Quizás no; pero no se descartan los resentimientos, tal y como sucedió en las pasadas elecciones.
Los primeros que se pusieron la casaca fijando su vista en la silla presidencial, fueron Mario Machaín Mariscal, Cristian Caro Núñez y Emiliano Santana pasos. También se hablaba de Güicho González, aunque después se supo que éste enfocaría sus baterías hacia el Congreso del Estado.
Más tarde surgiría a la palestra el profesor Ramiro Martínez Enríquez; pero durante la reunión del pasado 27 de enero en la que se dio a conocer el nombramiento oficial de Gerson Trigueros como delegado especial para este proceso y ante la presencia de la delegada estatal, Liliana Rodríguez, saltaron al escenario la profesora Lorena Ramos Rivera, así como los ingenieros José de Jesús Robles Semerio y Miguel Partida Pérez.
Los siete aspirantes de la alianza “Nayarit nos une”, cabe decir, en aquella reunión, se comprometieron a trabajar intensamente bajo un pacto de civilidad, anteponiendo los intereses del partido a sus aspiraciones personales.
Ahuacatlán, febrero 08.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- La silla que por ahora ocupa Chuyín Bernal en la presidencia municipal de Ahuacatlán, se ha convertido de pronto en un imán de muchos gauss. Varios políticos son los que se sienten profundamente atraídos por el referido reclinatorio; aunque al final de cuentas sólo será uno el que se siente en ella.
Los más visibles por el lado de la alianza PAN-PRD, son sin duda alguna el profesor José de Jesús Bañuelos Morales y Juan Manuel Parra Enríquez, formados ambos en dos corrientes distintas.
En la lista aparece también el nombre de Galdino Romero Bernal, un hombre muy conocido y recto en toda la extensión de la palabra, aunque éste al parecer no entra en las “negociaciones” cupulares, por lo que podría ser cobijado por otro partido.
Las cosas se tornan mucho más interesantes en la alianza denominada “Nayarit nos une”, conformada por los partidos PRI, PVEM y PANAL, pues al menos son seis o siete aspirantes; todos surgidos del tricolor.
Dicen que al seno de esta alianza no hay riesgo de una fractura. Quizás no; pero no se descartan los resentimientos, tal y como sucedió en las pasadas elecciones.
Los primeros que se pusieron la casaca fijando su vista en la silla presidencial, fueron Mario Machaín Mariscal, Cristian Caro Núñez y Emiliano Santana pasos. También se hablaba de Güicho González, aunque después se supo que éste enfocaría sus baterías hacia el Congreso del Estado.
Más tarde surgiría a la palestra el profesor Ramiro Martínez Enríquez; pero durante la reunión del pasado 27 de enero en la que se dio a conocer el nombramiento oficial de Gerson Trigueros como delegado especial para este proceso y ante la presencia de la delegada estatal, Liliana Rodríguez, saltaron al escenario la profesora Lorena Ramos Rivera, así como los ingenieros José de Jesús Robles Semerio y Miguel Partida Pérez.
Los siete aspirantes de la alianza “Nayarit nos une”, cabe decir, en aquella reunión, se comprometieron a trabajar intensamente bajo un pacto de civilidad, anteponiendo los intereses del partido a sus aspiraciones personales.
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