Un hombre un día le preguntó a su mujer que quería para su cumpleaños y ella dijo:
- Me gustaría ser de 7 otra vez.
Así quedaron las cosas y se llegó el gran día de su cumpleaños.
En la mañana la despertó muy temprano con la canción de las mañanitas de Cepillín en el estéreo a todo volumen y, cantando también él, y se la llevó a Plaza Sésamo. ¡Qué día!
Entraron al área de juegos: La subió en el Expreso minero, en el carrusel, en las lanchitas. Le compró la camiseta de Lucas y unas burbujas de jabón. Le tomó fotos con Dora La Exploradora, Etc.
Eso no fue todo. Cinco horas después salieron del parque y ella con el estómago revuelto y su cabeza doliéndole; pero de ahí después se fueron a Mc Donald’s y su esposo le ordenó una Big Mac, con extra papas y licuado de chocolate, además la cajita feliz para llevarse al cine a ver la última película de Jimmy Neutron y le compró Palomitas, Coca Cola y M&M’s. ¡Oh! ¡Qué aventura tan fabulosa!
Finalmente, cuando llegaron a casa, ella cayó en la cama. Él se acercó a ella feliz porque le había hecho realidad su sueño y amorosamente le preguntó al oído:
- ¿Y bien, querida? ¿Qué se siente ser de 7 otra vez?
Con un ojo entreabierto ella le dice:
- ¡Pendejo! ¡Yo me refería a la talla de ropa!
Moraleja: ‘Cuando una mujer habla y un hombre realmente la está escuchando, de todas maneras está cabrón entenderlas.
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