ZONA SUR.- Hoy lunes comienza el ciclo escolar 2018 – 2019 para todas las escuelas públicas y privadas de educación básica. Más de 25 millones de niños y adolescentes ingresan a clases, luego de haber disfrutado de poco más de un mes de vacaciones.
Las compras apresuradas y de último momento para conseguir los útiles escolares han puesto en jaque a los padres de familias, quienes ya no sienten lo duro sino lo tupido ante los gastos que se originan por el regreso a clases.
Así, entre el calor sofocante, charcos y mitotes políticos, los chiquitines se aprestan para encascarse su mochila; y este año será diferente, pues no se venderá comida chatarra en las escuelas.
Y efectivamente, de acuerdo a lo que establece el calendario escolar 2018 – 2019, hoy lunes 20 de agosto todas las escuelas de educación básica y secundaria en el estado de Nayarit abrirán sus puertas para recibir a alrededor de 340 mil alumnos.
Y en lo que respecta a la zona sur del estado, y específicamente al Sector Seis que comprende los municipios de Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Jala e Ixtlán del Río, se calcula que son alrededor de 25 mil infantes los que habrán de acudir hoy a las aulas, del nivel primaria, mientras que de secundaria regresan a la escuela cerca de cinco mil
Es pues el primer día de labores. La etapa del retorno, de levantarse un poco más temprano, tomarse el “chocomilk”, encascarse la mochila, estrenar el pantalón, la camisa y los tenis que compraron en el tianguis.
Bajo ese mismo contexto, tanto los maestros del sistema federal como estatal, se aprestan también para regresar al salón de clases después de haber disfrutado de un buen período de asueto, menor que el de años anteriores, pues así lo estableció la SEP.
Por otro lado, el regreso de estudiantes provocará – como es normal – la saturación del tráfico a ciertas horas del día y en determinadas zonas, generando a la vez problemas viales, más aún en el caso de Ixtlán, donde el padrón de vehículo es todavía más elevado.
Tener lista la mochila, el uniforme, los zapatos, el despertador, la lonchera y el desayuno, no les quita a los padres tener que acomodar su vida al ritmo de los niños y volver a la paz que en las vacaciones se perdió con los chicos en casa. Es cuestión de tomar el ritmo otra vez.
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