Jala; agosto 14.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- Entre charcos, mitotes políticos y críticas nada constructivas, concluye hoy la Feria del Elote, en Jala.
Las pedregosas calles, con sus múltiples hundimientos, baches y desniveles se verán repletas de gentes, aunque no con la magnitud de años anteriores, debido a las limitaciones económicas y a la pobreza de sus eventos y espectáculos.
Es lunes, día no apropiado para un festejo de esta naturaleza; pero se trata de una fiesta popular. Algunos irán a presenciar los encuentros deportivos a la unidad deportiva, otros acudirán simplemente para zamparse un elote y otros cuantos seguramente esperan con ansias que llegue la noche para ir a bailar con el novio o con la novia, con la esposa o con el esposo. Los infieles intentarán pegar el chicle con quienes se les pongan por enfrente.
La Feria del Elote en Jala ni chiste tuvo. Basta saber que este año ni siquiera se organizó la tradicional Expo-Ganadera. Los eventos culturales tampoco tuvieron la relevancia de otros años y los incentivos a los competidores de las justas prácticamente fueron nulos.
Pero bueno, como buenos cristianos que se dice que somos, tenemos que levantarnos temprano para acudir a la misa del “alba” en la basílica Lateranense; pues ya lo dice el viejo y conocido refrán: “Al que madruga, amanece bien chiflado”… bueno la idea es esa.
Una vez que pedimos perdón –después de mil veces de no pedir permiso—, le recomiendo desayunar en el nuevo mercado municipal; pues hay que mantener la barriga llena para que no decaiga aquello del corazón contento.
Enseguida, si es usted forastero, sería bueno que conociera la belleza arquitectónica y cultural de este pueblo, recordándole únicamente que “a la tierra que fueres, haz lo que vieres”; y a los anfitriones decirles que “arrieros somos y en el camino andamos”. Aunque de antemano sabemos de la gran hospitalidad de los Jaleños.
Ahora bien, la tarde es para comer en algún restaurante, fonda, o puesto; dependiendo “del sapo es la pedrada”. También no pase por alto que usted estará pisando una tierra fértil; así que si no aprovecha para comerse un elote, la maldición de los brujos hará que de ahí en adelante todo le salga con cara de elote. No importa. El chiste es no pasar por alto esta celebración. Ya de perdis hay que ir a caminar por los stands, entretenerse con los juegos mecánicos o que se yo.
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