■ Para Cecy Puga que asombrada por Plutón. A José Luis Santiago asombrado por lo que siente su corazón de nostalgia.
258.- ENCUENTRO
Cada vez que me envuelve una noticia, me atrapa en algún medio, la necesito escribir. Mientras hacíamos nuestras labores de la semana, los partidos de futbol, el decir buenos días y caminar por las calles, hay un encuentro muy íntimo y muy lejano. La sonda espacial de la NASA, New Horizons del tamaño de un piano de cola se acerca a Plutón, después de recorrer miles de millones de kilómetros, al último planeta de nuestro sistema solar.
El verano es maravilloso que entre las lluvias y el florecimiento me venga este encuentro cuando Plutón hace años fue degradado a planeta enano y todavía sigue la controversia. Estoy a la espera y ya soy testigo de las primeras imágenes. Está desértico, se veía algunas montañas congeladas, superficie erosionada producto de los golpes de asteroides.
Algo extraño sucede; se descubre a la distancia una parte de la superficie en forma de corazón. El astrónomo Clyde Tombaugh lo descubrió en 1930 y aquí en esta sonda traen sus cenizas, por el ansiado encuentro amoroso. Lo recibe con el corazón porque así se descubre el amor: misterioso y lejano que se vuelve cotidiano y cercano.
259.- PLATERO
Como se escribe, hace muchísimos años me llegó un libro pequeño a mis ojos y lo bebí emocionado. Después en fragmentos de un libro de lecturas en la escuela primaria. Ya joven en uno de mis viajes lo llevé junto con otros. En una casa de clase media que servía para recibir voluntarios al trabajo sandinista en Nicaragua, en el barrio donde estaban las embajadas y los lugares lleno de árboles.
Una mujer que laboraba en el ministerio de cultura, tenía un año para que hiciera una obra para niños y no tenía ni idea. Le ofrecí el libro y lo leyó, le gustó tanto que nunca me lo regresó. Se quedó en algún librero y me dolió.
Cómo son los caminos, de nueva cuenta aquí lo tengo conmigo. Me costó 18 pesos y en los portales de mi ciudad hace dos viernes lo compré y era propiedad de Guadalupe S. V. Bienvenido seas otra vez a mi vida: Platero y yo de Juan Ramón Jiménez. “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.”
260.- REGRESO
Aterrizó viernes Guadalajara, compañía Volaris 617. Lo abordó a la 1:20 de la mañana de Los Ángeles y a las 6:00 ya pisaba tierra tapatía y muy cerca de sus ancestros. Llega a Tequila en un auto rojo rentado. Visita al panteón. Sabe que los años pasan tan rápido después de los cincuenta. Ixtlán 7:20, presuroso sube la colina Cristo Rey y el viento confunde las lágrimas con el rocío. Fuma y contempla. Visita a Manuel Benítez, amigo desde antaño. José Luis Santiago López, “El Tequilita”, trae tres días para enrolarse con la generación 74-78 de Centro Regional de Ciudad Guzmán.
Los encuentros serán duros y a la vez sensibles. Es la primera vez que asiste. Llega a mi casa y conversamos a velocidades impresionantes. Me invitan a cubrir la crónica que escribo para la columna de los viernes “Report-arce”. Así lo hago y estoy en dos eventos, la comida y el baile. Antes de despedirnos de manera pasajera, le entrego mi libreta de apuntes y le ofrezco una ventana de melancolía para que me diga lo que sintió regresar a su barrio de las 7 esquinas y la calle mítica, donde gastamos nuestra juventud, la Morelos otrora fiesta de luces y mujeres, de orgía musical y ebrias madrugadas de aquellas cantinas y la corona de la Casa Venecia.
“Recorrí mi barrio querido…caminé durante buen rato…estuve sentado en la esquina recordando mi vida ahí. Eran las dos de la mañana del sábado…piense y piense. Se me hacían las calles angostas, negocios nuevos y ya de gente desconocida…sensación agradable cuando recordé mi juventud…pareciera que las piedras aún tienen impresas mis huellas. Subí de madrugada otra vez el cerro Cristo Rey”.
Aquí tienen a un hombre que es amigo eterno porque aparte de la amistad, compartimos la nostalgia esa rara enfermedad que contagia a los sensibles y que jamás se cura. De la que debemos de controlar con pequeñas dosis de alcohol y conversaciones de corazón, no lo suficiente porque puede ser contraproducente. Salud José Luis. Nos vemos en Southgate para visitar a tu tía y describir las fotografías de tus tatarabuelos, bisabuelos y abuelos. A ver si no nos hace daño.
261.- RECORDATORIO
Veo en tus ojos bonitos/ una gran preocupación/ y aunque tu boca lo calla/ yo sé la razón. Soy un perfecto en fracasos/ hoy me vas abandonar/ yo sabes cómo explicarlo/ te voy a ayudar. No, no le tengas compasión/ a mi tonto corazón/ que merece eso y más. No no, no no quedes por piedad/ sigue tú felicidad/ déjame en la soledad (…) Ya he andado en mil lugares/conocí bellas ciudades/más hoy quiero volver (quiero volver sí, sí quiero volver) a ese pueblo en la montaña/ donde tengo mi cabaña/ y mi razón de ser (…)
Era una tarde de primavera cuando hasta el alma se encuentra en flor/ yo diez y siete y tú quinceañera/ tú colegial y yo soñador. Y en aquel trigal/ el sol cayó primero/ después un pantalón vaquero/ y una falda escolar. Y las mariposas/ volaban de flor en flor/ y nos enteramos por primera vez/ lo que es el amor ( J.S)…
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