Report-arce
De lo que antes era CONACULTA se transformó en Secretaría de Cultura, y bajo el Programa Nacional de Salas de Lectura, Mayra Gabriela Flores Berumen se llenó de lluvia de letras, en los bosques, arcoíris de frases y brotaron los sueños entre personajes, historias para compartir y vivir, en estos últimos tres años.
Estoy en su casa un lunes de quietud, mientras al contestarme no puede quedarse quieta porque se acomoda en el sillón y luego cruza las piernas y se ríe, mueve las manos y en su rostro se ilumina la respuesta porque le encanta lo que hace. También hay otras personas que se dedican como ella en sus ratos de libertad como Alicia Talamantes y Miguel Rosas.
Su ruta fue contactarse al enlace estatal, la llaman para que haga un diplomado de ocho módulos que duró tres días, doce horas en total. Le hacen entrega de un acervo de más de cien libros, una selección muy buena y que como un elemental artesano, son las herramientas para delinear corazones, eternidades en la memoria colectiva y la personal que nos sentimos únicos en el Universo.
Gestiona espacios, invita para interesar a los que buscan otra manera de sentir. Recibió la capacitación para entrar en combate contra la pereza, la ignorancia y otras telarañas que vamos juntando con el paso de los años indiferentes. Recuerda a Antonio Ramos, Mario Ramos, de las Casas de Literatura de la UNAM. Sus formadores Vivián Thirion y la cuenta cuentos Adriana Salto.
Inició en la librería Horus, Dios del sol en la cultura egipcia y tenían sesiones, se leía y se escribía. Recorrían la plaza Eulogio Parra y se llevaban libros llamativos como si fueran caleidoscopios, de brillantez y de formación de geometrías formidables. Se les leía a las personas y se les prestaban para que ellos leyeran en la comodidad de las bancas blancas y bajo los árboles en las horas sublimes y purísimas de la vida.
Siguió la ruta en el Jardín de niños “Estefanía Castañeda” cargando sus ilusiones para que la lectura fuera un acto tan necesaria como el comer y dormir. Provocadora de sueños agitando su alma y siguió la alegría caminando con los maestros de educación especial y el club del libro Everardo Peña Navarro.
El principal quehacer de las Salas es crear lectores autónomos, porque no es una biblioteca que se presta el libro y se cree que ya se cumplió; aquí es a través del acompañamiento de un mediador que puede ser cualquier persona, claro, que ame la lectura y que acepte la provocación de la imaginación. Que sea parte de la misma comunidad, de la manera de sentir, y comenzar en el centro de los sentimientos, en esa necesidad, para irse a las esquinas cubriendo completo al hombre, mujer, que vale la pena de correr el riesgo de que la literatura sea la lámpara que guía y que no sea un acto de heroísmo leer cada página para que el resplandor nos ilumine a todos.
Nos enriquece el vocabulario, nos hace más humanos. Ver, tocar, oler, saborear, oír con amor a la naturaleza y a la cultura, maravillarnos por lo que significa la vida, esas pequeñas cosas lindas que pasan desapercibidos para la mayoría. La lectura nos enaltece y aceptar que la provocadora de sueños nos abra la puerta y ventanas del corazón con la lluvia de colores en este verano que se avecina.
Discussion about this post