IXTLÁN DEL RÍO. – Este lunes las oficinas de la presidencia municipal, bodegas y otras instalaciones fueron tomadas por la Sección I del SUTSEM (Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y los Municipios).
El paro laboral, de acuerdo a fuentes extra oficiales, se debió a que los burócratas están pidiendo un nuevo convenio para que se les actualicen los salarios antes de que Pepe Alvarado y el resto de los regidores salgan; es decir, están pidiendo un aumento de sueldo, entre otras prerrogativas.
La presidencia municipal respondió que antes de resolver a la demanda de los manifestantes, la dirigente municipal del SUTSEM, Gabriela Hernández Parra, debe presentar el proyecto para analizar la posibilidad de autorizar lo que piden. Sin embargo, el actual Contrato Colectivo de Trabajo ya los beneficia con becas escolares para los hijos de los empleados, útiles escolares, despensas, arcón navideño, partidas presupuestales para que celebren el Día del Niño, el Día de la Madre, el Día del Burócrata, gastos para deportes, entre muchas otras que tienen que ver con los años de servicio prestado; todo esto sin incluir las que contempla la ley, como vacaciones, prima vacacional, aguinaldos, seguridad social, etcétera.
Con todo, las partes llegaron a un acuerdo y en la misma tarde de este lunes inició la recolección de basura que no se había hecho en la mañana como es la costumbre. Se sabe igualmente que para mañana martes se reanudarán las actividades de manera cotidiana en la presidencia municipal.
Por otra parte, y como suele ocurrir, una de las maneras en que el gobierno cede ante las presiones del SUTSEM, allende del paro laboral y los razonables – que no válidos – argumentos de que los funcionarios de primer nivel devengan altos sueldos, es que se otorguen entre los propios regidores un finiquito, un bono extra a parte de su quincena, por sus “venerables” servicios a favor de la comunidad.
Esperemos que no sea el caso y la máxima autoridad, el Cabildo, no se amedrente ante las presiones de los burócratas. Antes bien, que escuchen el clamor del pueblo. Tal vez sea la hora, en el gobierno que sigue, que se establezcan los plebiscitos populares, las asambleas públicas para que la gente de Ixtlán del Río sea quien realmente mande.
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