AHUACATLÁN.
Lo temores se hicieron realidad. Los golpes que sufrió José Ignacio Gómez Bonilla tras ser embestido por el taxi resultaron fatales, al grado de provocarle la muerte.
Desde el momento mismo en que entró al hospital, los médicos le diagnosticaron “muerte cerebral”, provocada por un severo traumatismo craneoencefálico. Una o dos horas después su corazón dejó de latir, dejando por lo tanto un profundo dolor a su esposa e hijos.
De 56 años y originario de Marquezado, pero radicado en una colonia popular de Ahuacatlán, Gómez Bonilla fue arrollado por un taxi color blanco, cuyo conductor, identificado solamente como Abel, habría hecho hasta lo imposible por evitar el choque.
El impacto fue brutal, José Ignacio fue lanzado por los aires cayendo sobre el pavimento causándose una herida cortante en la cabeza, con expulsión de masa encefálica. Nada se pudo hacer por él. Murió al filo de la medianoche.
El conductor del taxi al parecer presentó por su parte algunos golpes de poca consideración; aunque de todos modos quedó en calidad de detenido.
El cuerpo de José Ignacio sería entregado a sus familiares antes del amanecer de este miércoles. DESCANSE EN PAZ.
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