Con aprecio para Tony Mangan:
Omar G. Nieves
¿Se imagina una persona que al despertar contemple siempre la misma imagen, las mismas paredes, el mismo color. Que además perciba el mismo ambiente y conviva con las mismas personas? Ahora imagine lo contrario: Un hombre que siempre al levantarse está en un lugar distinto, respirando un aire nuevo, viendo una multitud de paisajes, conviviendo con diferentes personas, conociendo diversas culturas, comiendo distintos platillos. Una persona así, sin duda tendría mucho que contar.
Todo esto lo traigo a colación, ahora que tuvimos la oportunidad de platicar un rato con Tony Mangan; un atleta excepcional que ha acumulado innumerables experiencias, que van de lo más cómico, a lo más pesaroso.
Correr hasta extenuarse es su sacrificio. Viajar y conocer distintos lugares su recompensa. Mangan corre solo y vive solo. No tiene esposa, ni hijos. No podría ser de otro modo. Y aunque su motor en la vida es ayudar a los niños y jóvenes en depresión, no se piense que él padece ese problema; mas al contrario, no se podría sortear tantas dificultades que en los caminos insospechados se encuentra, de no ser por su buen talante.
Esta buena actitud y magnanimidad de Tony es la misma que vimos hace once años en Jamel Balhi. Otro gran maratonista que pasó por estas tierras en un periplo que lo hizo escribir varios libros con todos los detalles que puede captar un excursionista que todo lo ve y todo lo registra con su lente fotográfico y su diario de viajero.
Pero así como Mangan y Balhi demuestran un gran espíritu, limpio de tanto andar por montes y valles, así lo demuestra la mayoría de personas que sale a caminar. No es de ahora que se sepan los enormes beneficios que trae la caminata. Se dice que Aristóteles ponía a sus alumnos a estudiar caminando por los pasillos de La Academia, de ahí que se les llamara los peripatéticos – itinerante –, porque se la pasaban todo el día caminando y dándose de golpecillos en la cabeza, como los niños cuando se quieren memorizar las tablas de multiplicar.
Recientemente la revista científica PLoS ONE, publicó un estudio que indica que las especies que se ejercitan más aeróbicamente – como correr o trotar –, favorecen el desarrollo del tamaño cerebral.
Igualmente los terapeutas, y los recientemente aceptados y reconocidos naturópatas, saben que el caminar en las primeras horas del día, bajo los rayos del alba, proporciona al organismo la energía para poder desarrollar el resto de las actividades del día con resultados muy positivos.
Nada menos ayer la BBC publicó un artículo donde se informa que la beneficencia británica Macmilla Cancer Support descubrió que los pacientes con cáncer puede sobrellevar mejor y sobrevivir a la enfermedad si se ejercitan.
Así que no se hable más, a seguir el ejemplo de Tony Mangan y a correr diariamente como si fuese nuestra última carrera.
Vínculo a la página de Tony Mangan: http://www.theworldjog.com/
Vínculo a la página de Jamel Balhi: http://www.coureur-du-monde.org/
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