IXTLÁN DEL RÍO.- Por lo común, la aprobación de la Ley de Ingresos de los municipios se hace por unanimidad. Es muy raro el caso en que un diputado presente alegatos en contra de los resolutivos que se emiten por parte del Ayuntamiento cuando en su función de máxima autoridad y la autonomía que le otorga la Constitución dentro del municipio, hace la función legislativa de generar ingresos propios; entre los impuestos, productos, derechos y aprovechamientos.
Mal harían en hacerlo. Ya de por sí los ediles no se afanan lo suficiente para siquiera “desquitar” los sueldos que perciben, como para que ahora se mastiquen los asuntos que se debaten en Cabildo. Tal es el caso de la Ley de Ingresos en Ixtlán, que generó una polémica por el aumento de los derechos por la concesión de los locales del mercado Rey Nayar, y en donde la excepción fue la regidora Livier Uribe al votar en contra de ese incremento que casi llegaba al doble.
En su muro de Facebook, la regidora panista expuso una analogía para explicar su posicionamiento: “Un arrendador no debería estimar un aumento a tal grado a su arrendatario en base a lo considerado por la inflación”.
Empero, inmediatamente después, en su segundo punto, se contradijo al señalar que el Ayuntamiento “no es un arrendador”, y que los locatarios pagan “una cuota”. Pero más allá de eso, y de los argumentos sofistas que intentan plantear lo legal como ilícito, en tanto que el tema tiene que ver con la autonomía fiscal que tiene el Ayuntamiento para generar contribuciones y aumentar las que ya existen, a discreción, tal como lo puede hacer el Congreso de la Unión con el IVA o con el ISR, lo cierto es que el aumento era razonable.
Entre particulares, claro, una renta no debe elevarse arriba del 10% anual, sin pasar por alto – como lo dijo Livier – la inflación. Pero en el caso que nos ocupa, un asunto de carácter público entre la autoridad y los ciudadanos, el incremento se hace en base a una tabla de rangos que van de los 3.5 salarios mínimos, a los 12.
De tal manera el presidente propuso 880 pesos a fin de dar certidumbre a los locatarios, pero la autorización finalmente quedó en los 440 pesos, según lo expuso Marisol Sánchez en su muro de Facebook. La regidora del PT además hizo una buena reflexión al emitir su voto y considerar que el aumento era viable toda vez que el nuevo mercado contará con un administrador y un velador.
Indicó que la renta en el centro de la ciudad para un particular oscila entre mil 500 y 2 mil pesos mensuales, que los comerciantes semifijos pagan entre 330 y 660 pesos, a veces exponiéndose a las inclemencias del tiempo y a la falta de servicios tan indispensables como el agua potable.
De esta forma, ¿Es excesiva la medida que tomó el Ayuntamiento al fijar una cuota de 440 pesos? Muchos creemos que no. Al contrario, son más los que estarían dispuestos a pagar eso y más con tal de contar con un espacio que pertenece al pueblo, y que al amparo de los politicastros que ya tremolan las banderas rumbo al 2017, querrán obstaculizar los trabajos que han hecho los regidores del PT y algunos del PRI.
En realidad, Ramón Cambero, vicepresidente de la Comisión de Hacienda, no tuvo otro remedio más que aceptar la voluntad popular aprobando la Ley de Ingresos para Ixtlán, aunque eso fuera en contra de las tácticas políticas de su partido en la localidad.
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