He ahí el problema

No hace mucho me encontraba afuera de mi casa. Pasaba de las nueve de la mañana y empezaba a tensionarme por el tiempo. Habría que reportear, pagar el recibo del teléfono para luego “volar” hasta Ixtlán y checar algunos pendientes.

Hacía un poco de frío. Me subí a la Explorer de mi cuñado, pero no logré accionar el switch. El carro no arrancaba. Giré una y otra vez la llave y nada sucedió. Todo lo que pude oír fue un débil ruidito seco.

Yo no se nada de autos; pero mi amigo Álvaro sí. Este, coincidentemente pasaba en ese instante por mi casa y vio mis apuros. Se metió a la cabina y giró la llave una sola vez. Oyó el ruido seco e inmediatamente se bajó para abrir la cajuela.

— ¿Qué haces?, le pregunté.

— Quiero darle una ojeada a tu batería –dijo mientras revisaba “la terminales”.

— Aquí está el problema – dijo –; ¿Ves estos cables? Conectan la batería con el motor de arranque. Pero el lugar por donde los cables se conectan con la batería está oxidado.

Pude ver una blanca costra gruesa cubriendo los lugares que estaba señalando.

— Esa corrosión bloquea la electricidad. Tu motor no arrancará mientras que esa sustancia bloquee la electricidad, me explicó.

— ¿Puedes arreglarlo?, le pregunté.

• Seguro – dijo –. Podemos deshacernos de esta sustancia. No hay problema.

Me pidió un trozo de limón y un poco de agua. Exprimió el cítrico en las “terminales” y luego limpió con agua. La corrosión desapareció haciendo burbujas. Entonces meneó un poquito con los cables y dijo:

• Trata ahora.

El auto arrancó perfectamente como si nada hubiera sucedido.

Nuestras relaciones con Dios y nuestra vida de oración funcionan de una manera muy similar. Mientras no haya algo en el medio bloqueando nuestra “conexión” con Dios, nuestro poder es ilimitado. Pero cuando permitimos que la suciedad se interponga entre nosotros y Dios, estamos perdidos. Y no importa cuánto tratemos de “girar la llave” en oración, carecemos de poder.

Demos a Dios todo lo que él se merece de parte nuestra, pero en especial nuestra “batería” y mantener nuestras conexiones limpias para que el contacto sea “positivo”.