
- Cada maestro atiende el problema con su propio criterio.
ZONA SUR.- Para don Pancho, también conocido como «Pacheco», el uso del celular está acabando con el rendimiento de los jóvenes en el trabajo y en la escuela. Es por eso que a sus casi 80 años de edad dice con total convicción que el gobierno debería prohibir estos aparatos.
«Antes no los necesitábamos, y vivíamos bien», comenta; «ahora todo mundo se distrae con el celular y no hacen caso de lo que están haciendo». Don Pacheco confía en la sabiduría que le dejaron sus padres para producir la tierra y cuidar el ganado, desconfía de las técnicas modernas y dice ser feliz en la apacible comunidad de La Ciénega, donde vive con su esposa Natalia.
Quién sabe cuánta razón tenga Pacheco, pero lo cierto es que en las escuelas el celular es un dolor de cabeza para los maestros. Sobre todo en el nivel medio superior, como el CBTIS 27, donde al igual que en otros bachilleratos, la jóvenes tienes más libertad para traer un celular en la mano.
Allí, Eduardo Tovar, de 21 años y matriculado en la especialidad de Enfermería, dice que la disciplina en el aula en cuanto al uso del celular varía de acuerdo a cada maestro. Algunos simplemente les llaman la atención, y otros inclusive se los quitan. Por su parte Yoana Parra, de 16 años de edad, e inscrita en la especialidad de Servicios y Hospedaje, señala que le ha tocado ver a profesores que sacan del salón a quienes son sorprendidos usando el celular. Sin embargo, dice que también hay docentes conscientes que cuando el estudiante recibe una llamada de emergencia le permiten salirse del grupo a responder el teléfono.
En la secundaria las medidas son más restrictivas pero eficaces. A los alumnos se les permite llevar celular, pero los tienen que entregar con la trabajadora social al ingresar al plantel. Si atrapan a alguno tomando fotos, o usándolo en clase, solamente los padres pueden recoger el artefacto.
Y es que en el mejor de los casos algunos alumnos se pierden la instrucción por navegar a través de las redes sociales, pero hay otros que se valen del celular para copiar en los exámenes o tomar fotos que atentan contra la moral.
Discussion about this post