Report-arce
Southgate, California
Tiene su cama, una cortina morada que cubre su ropa que le tiene colgada en un clóset inventado por un tubo entre la madera blanca. Un sillón roído y muchos cartones atiborrados de cuentos para niños. Recuerdos, cintos , bolsas , muñecos de animales y dos cartas pegadas arriba de la cabecera que son oro molido por los escritos de sus primas menores y las frases de cariño que de ellas emanan. Es el garaje donde regresa para dar de comer y cuidar de uno de sus pasiones porque el amor la partió en dos.
Sobresale un ruidos constante del agua que de nuevo se purifica por un mecanismo y una lámpara que ilumina parte del acuario donde viven peces japonés y dos tortugas que aparte de sus alimentos consumen luz para que no se les ablande su caparazón y se suben a una piedra y disfrutan de su sol particular.
Entra por la puerta para dirigirse a donde estoy con la osadía que se le caracteriza. Porta botana mexicana de los duritos que parecen pequeñas ruedas de bicicleta. Algunas cervezas para hacerse unas micheladas. Son las nueve de la noche de este plácido jueves. Viene armada de ingredientes. La conozco activa y ferviente amorosa de los animales. Aquí la tengo, su figura con el pelo con rayos amarillos, camina todavía con los hilos de la juventud.
Las primeras preguntas y labora como asistente de maestra de diferentes años y grados. Viste de negro a sus 27 años y sigue esbelta. Cuando a los 4 o 5 años por la Cedar 6222 de Huntington Park un carnicero de origen chino les regaló un cachorrito raza Germán Sheperd Mix de color dorado y negro. Lo disfrutaba porque podía jugar con alguien. Algunas ocasiones cuando ya creció el perrito llegaba de la calle sangrado, el Fluffy la conmovió.
Al tener 18 años, laboraba como asistente de maestra, llegó a mi salón una niña con una tortuga grande que encontró en su jardín. Tenía huecos en el caparazón porque estaba infectada. Que la niña la vio caminando con su lentitud por la calle. Se ofreció la oportunidad de preguntar ¿quién la quiere? Ella Evelyn sabía que su novio Ramón tenía una tortuguita y se interesó.
Se quedó finalmente con la enferma después de 10 minutos con una hermana que también era asistente de maestra. En un tanque de 20 dólares y comida estaba asegurado en esa casa familiar. El nombre quedó como Billabong. La tortuga no comía y la fue abandonando. Evelyn la llevó con el veterinario y le dijo que la tortuga estaba aburrida. Le recomendó que comprara peces vivos para que le hiciera compañía. Supo que era mujer y la bautizaran como Billa.
No estuvo la tortuga de acuerdo los mataba a todos. Ideó buscarle compañía con la tortuga que tenía su novio. Le fue comprando un tanque más grande y la tortuga no estaba ni siquiera a gusto. Se subió a lo más alto y se aventó un clavado. Se le quebró la mandíbula inferior. Se le regeneró con tres inyecciones de cien dólares. Le deberían causar la erección del pene para en ese lugar inyectarla. Así se supo que no era mujer, era macho. Lo bautizaron de nuevo, ahora como Billy.
Aprendió la vida, el desarrollo, las maneras de comportarse, las reacciones, lo que sí y lo que no. De nuevo aceptó el reto de meter peces y compró Koi que son especie japonesa que cada uno cuesta ocho dólares para también procurar contar con un ecosistema pequeño y compró plantas. Las dos tortugas macho y hembra se las comían, pero no a estos peces porque son demasiado rápidos.
Crecieron estos y le brotó un sentimiento especial porque sobrevivieron. Sus nombres Bazuka su aspecto multicolor; Sharky es todo negro; Goldine es de color dorado que predomina, De Niro parece vaca lechera pinta; Zuko es blanco y negro con una mancha roja; Nickel tenía el tamaño de una moneda de a cinco centavos dólar; Aang es todo blanco platinado, fosforescente.
Las alimenta con Fish wheatmeal, gusanos y grillos vivos. A los peces les gustaron los gusanos, también los nutre con fish flakes como tipo de obleas pequeñas, pero ya no se la comen porque ya crecieron. Los dota de grillos y gusanos porque a pesar de que es comida viva para tortugas ellos la disfrutan.
Piensa construir un tanque acrílico con figura de un “pond”, tipo presa donde pueda crecer naturalmente ya que los peces se desarrollan de largo como cuarenta centímetros. “Me siento triste porque a la gente muchas veces no le interesan los ecosistemas, los animales”.
Me cuenta que desde que vio un video “Story of Stuff” si vida y sus intereses cambiaron ¿por qué no participas en alguna organización para la conservación de los animales? “Sí lo quiero, pronto voy a participar porque se ocupa también dinero”.
Esa misma noche en el acuario se desataron la furia de las tortugas mordieron y despedazaron a un pez y sólo le dejaron la cabeza, las tripas navegaban como despojos de un barco hundido y al otro pez plateado simplemente lo picaron para matarlo. Despertamos para verle sus ojos opacos como la ceniza en este acuario.
Regresó Evelyn en la tarde y me dijo que yo había sido testigo de un ejemplo de la cadena alimenticia.
Discussion about this post