En la recta final

A unos días de las elecciones, algunos comentarios en diferentes medios están más fétidos que las aguas negras que supuran por algunas partes de la ciudad.

Enrique Escanio Andrade

Estamos a unos días de que concluya el proceso electoral y algunos candidatos empiezan a modificar sus discursos, sus spots en radio y televisión; en las redes sociales se hacen conversaciones, al igual que con el taxista, en el transporte urbano, en la cola de las tortillas, etc., Inclusive, algunos  comentarios son más fétidos que los drenajes que están supurando por diferentes partes de la ciudad.

Los habitantes de cada entidad sabemos cómo los que aspiran a representarnos se desempeñaron en sus puestos, a los que solicitaron licencia para competir: Lo que prometieron y no cumplieron, lo que hicieron pero lo hicieron a medias o mal; y con ello será suficiente para dar la calificación que se merecen el tres de julio.

Lo del helicóptero y lo del penal ya pasó a otro término. Sin duda aunque no lo olvidemos ya se le dio carpetazo. Ahora nos recuerdan que el Sa, Sa, Sa, de niño era tremendo pero que enmendaba sus errores. Parece que la talega sí tiene billetes, pues surge el compromiso del boulevard Tepic Bahía de Banderas, que sin duda luciría muy atractivo por todo el recorrido, con árboles y andadores muy iluminados como son los bulevares, pues, como para echarse un recorrido a pie, en escalas, claro. Espero no quede en promesas como hace seis años en que se dijo se haría uno similar de Méxpan a los Toriles, en Ixtlán, algo así como doce kilómetros.

Naranjo continúa con su “Naranjo sí puede”, refiriéndose en lograr la seguridad y paz en el Estado. La señora Martha  sigue con sus spots tibios. Los de Nayar ya se modificaron, algo que debió haber hecho tiempo atrás, pero sin duda esto elevará un poquito las tendencias del voto a su favor.

Hay uno en que a los viejitos nos consideran pendejitos, con eso “…así va a decir la boleta…” en fin. Mientras llega el tres de julio los descibeles de los sonidos parlantes nos seguirán taladrando los oídos, pero a partir de septiembre, como nos aconseja el IFE, hay que estar al pendiente que se vayan cumpliendo cada una de las promesas y no esperar nuevamente seis años, para escuchar la misma cantaleta.

Entre todo este proceso en que quienes no lograron sus objetivos hubo de todo: Alegatos, deserciones, berrinches; el más notorio fue el que protagonizó el diputado Mondragón; pero me doy cuenta que inclusive, como dicen en mi pueblo: “ya apareció el peine”, que esos espectáculos dieron como resultado  que uno de sus vástagos tenga la posibilidad de ser regidor. No se si eso sea transa, chantaje, negociación, premio de consolación etc., más bien es parte del circo, así lo dejamos.

Las encuestas están al día y a la orden de quien paga. No son del todo fiar,  pero la verdadera encuesta será en las urnas.

A la señora Martha le aumentarían los puntos en estos días que quedan para llegar a la recta final, si se desliga  de amigos y compadres que se incrustaron en el sexenio echevarrista y que le lanzan loas para volver a figurar en las nóminas del erario.

Ese grupo de personas están afilando nuevamente las uñas. Recordemos que  unos no hicieron bien su desempeño. Otros violaron poquito la Ley. Así que mándelos a Chihuahua al baile, incluyendo a su esposo ¿o ex esposo?

Hay quienes ocuparon puestos de tercerola y ya se sienten nuevamente empotrados en los escritorios y hasta se dan el lujo de mandar mensajes de lo que harán cuando regresen. Deslíguese de esa sarta de aprovechados; aunque claro se rompan  lazos de unión, pero en todos los procesos esto es común.

Hace seis años dos compadres contendieron por la candidatura a gobernador y se tiraron con todo. Ese lazo sin duda nunca volverá a unirse. Recientemente uno de los que pretendían llegar a obtener la candidatura a gobernador, recibió de su propia hermano la negación de apoyo. Acosta Naranjo  se sabe es su ahijando. Doña Martha, y su verborrea es bravucona. ¡Sacuda el Tapete Señora!

Para avalar a los candidatos, nos visitan altos personajes de la política, chilangos, claro. Los del PRI avalan las propuestas del Sa, Sa, Sa, y harán las gestiones para que en el presupuesto de egresos se incluyan la billetiza que se requiere para las promesas.

Los que vienen a apoyar a los candidatos del PAN,  son los que tienen la lana en estos momentos, como el Secretario de Hacienda, el tal Cordero que habita en el mismo país creado en las fantasías de Felipe Calderón, país en el que ya no hay pobres, porque estos están pasando a formar parte de las filas de la clase media. Nos visitó  Herodes Horcasitas; Javier Lozano, Secretario del Trabajo y así seguirán desfilando funcionarios que no son bien vistos por muchos ciudadanos, pero que tienen el sartén económico por el mango.

Lo bueno es que se acerca el día en que cada quien digamos mediante el voto quien queremos que nos represente, aunque luego sobre la marcha nos demos cuenta que la regamos; pero hay que intentar y sobre todo porque sin duda en septiembre, veremos que quienes dicen que sí pueden regresarnos la tranquilidad, lo hagan.

Pidamos a Onésimo Cepeda, el Obispo de Ecatepec, que eleve rezos al todo poderoso que está en el cielo, y así paren ya las balaceras. Ya ven que con sus oraciones Dios, le hizo caso y su amigo. Jorge Hank Rhon, la libró.

Onésimo logró lo que no hemos podido con nuestras marchas, peregrinaciones y oraciones por la paz. Algo debe tener  –aparte de millones de dólares–  para que Dios lo haya escuchado en su petición y Hank, esa blanca palomita saliera librado de las acusaciones que le imputan, y por añadidura las instituciones que armaron el circo, hicieran el ridículo.

Este obispo milloneta con la astucia que le caracteriza, sin duda cuando llegue el momento, se colgará de la cola del camello cuando pase por el agujero de una aguja, pues lo dijo Cristo “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos”, y este prelado al igual que otros purpurados, llenan los requisitos para que San Pedro les niegue la entrada  al cielo. ¿Será?