
AHUACATLÁN.- En ninguna época del año el aseo público resulta tan ardua tarea más que en septiembre. Los festejos patrios y sobre todo la Feria de Octubre ocasionan la acumulación de basura en las calles; todo esto sin considerar el olor pestilente que hay en algunas calles contiguas al centro histórico.
El pasado domingo, por ejemplo, varios trabajadores de Oficialía Mayor se aplicaron varias horas a dejar limpio el primer cuadro de la ciudad. La inconsciencia de mucha gente y la falta de cestos para la basura ocasionaron que en el primer día de las fiestas, en lo que fue el rompimiento de la feria, se amontonaran kilos y hasta toneladas de desechos.
Parece que la mala costumbre de tirar basura en la calle está tan arraigada como las propias tradiciones. Algunos de manera sutil, otros abiertamente descarados, el caso es que pocos son los que se toman la molestia de echar la basura en una bolsa, caminar hasta encontrar un bote para depositarla o simplemente llevársela a los contenedores de sus casas.
Claro, también las autoridades tienen responsabilidad en el problema. Tal vez si dispusieran de unos vagones para estas fechas la basura fuera más fácil de recolectar y las calles lucirían más limpias.
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