AHUACATLÁN.- La Chirimía por delante entonando sus minuetes. Atrás las danzas y carros alegóricos y danzas de los cuatro barrios. Cohetes y cánticos, alabanzas al santo patrono, San Francisco de Asís.
Repiqueteo de campanas anunciando el arribo de la peregrinación. Los quemantes rayos del sol caen a plomo. La gente busca la sombra, bajo los portales, al pie de los stands o simplemente resguardándose bajo los paraguas. Fotógrafos y periodistas valientes imprimiendo sus placas, desafiando al sofocante calor; “Dos minutos por seis cervezas”, dice Julio, bromeando.
Adelante, encabezando la procesión se observa al presidente municipal José de Jesús Bernal Lamas y su esposa Erika. Los acompaña la reina y la representante del Club Koratlán-Ahuacatlán, Silvia Romero, junto con los Hijos Ausentes.
Los danzantes hacen una pausa al arribar a la explanada de la presidencia. La primera en llegar es la “Danza de las Diosas”, conformada por gente adulta básicamente.
Silvia Romero asume la representación de sus padres, Nicolás Romero y Locha Aguilar. El estado de salud de Nico es delicado. Sus médicos le sugirieron no viajar. Su esposa Locha decide quedarse allá en Maywood para atenderlo. Pero la idea es no suspender la tradición de la peregrinación de los Hijos Ausentes.
A la peregrinación se suman otros funcionarios. Un poco más atrás va la banda, tocando. Las señoras cantan, sobresalen las hermanas Rodríguez: “Allá en el Monte Armelia, medita la pasión; mi Padre San Francisco, mi Padre San Francisco, con mucha devoción”.
A eso de la una y media concluye la Misa. Silvia Romero se ve exhausta, pero satisfecha por haber cumplido con su encomienda y por haber compartido el espacio con el presidente municipal.
Está agradecida con el alcalde. Esta vez se llegó a los diez años continuos y es su objetivo continuar por el mismo sendero.
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