Ixtlán del Río, febrero 24.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- “Me enteré de la legítima aspiración de mi estimado ex maestro y ahora amigo Salvador Muñoz Hernández de servir a los ixtlenses, y en honor a la verdad me dio mucho gusto escuchar ésa noticia, y por éste medio queremos decirle que cuenta con toda nuestra familia para apoyarlo en su proyecto, ya que siempre -no sólo en campañas- ha sido una persona amable, además de honrada y trabajadora, siempre dispuesta a escucharte y apoyarte, tal cómo ocurrió en el caso nuestro”.
Ese fue el comentario de la señora Laura Flores Hernández, quien actualmente radica en el número 14 de la calle Alfonso Reyes de la Col. Everardo Peña Navarro. Ella es madre de Jesús Meza Flores, quien rebasa ya los 14 de años de edad y sufre desde pequeño una discapacidad.
“En meses pasados ocupábamos urgentemente una silla de ruedas eléctrica porque la que tenía mi hijo ya no servía. Tocamos muchas puertas solicitando ayuda y como dice la canción; nos decían que sí, pero no nos decían cuándo, hasta que una vecina nos comentó que le había planteado nuestra necesidad al maestro “Chato” Muñoz, y para sorpresa nuestra no fue necesario buscarlo. Él solito vino a nuestra casa para enterarse personalmente de nuestro problema, y nos dijo que le diéramos unos días para hacer la gestión ante otras instancias, porque él personalmente no podía resolver nuestra necesidad. Es decir, nos dio esperanzas hablándonos con la verdad”, señala Laura.
Y agrega: “Sin hacer el cuento largo, a los ocho días le consiguió a mi hijo Chuyito una silla de ruedas eléctrica seminueva pero en excelentes condiciones, y ahora a mi hijo le vuela la greña. Entonces, ¿¡Cómo no vamos a apoyar al Profr. Muñoz en su aspiración si está del lado de los discapacitados y de la gente necesitada?!”
Laura subraya por último: “Y todavía al darle las gracias ¿qué creen que nos dijo?; a mí no tienen nada que agradecerme ya que sólo fui el conducto como gestor para atender su petición. A quien hay que mostrar nuestro eterno agradecimiento, es a la gran cantidad de personas bondadosas y generosas que desde otros lugares buscan el beneficio de los demás, y yo les pido que eleven sus oraciones para que Dios les envíe sus bendiciones y les dé mucha salud para que sigan trabajando como sólo ellos saben hacerlo en beneficio de los ixtlenses, particularmente de los más necesitados”.
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