AHUACATLÁN.― “Estoy con Dios y con él nada me falta”. Fue el mensaje final que publicó Yainín, antes de sucumbir ante la muerte. Su cuerpo estaba siendo velado anoche en la capilla de la Funeraria Bañuelos.
La insuficiencia renal crónica que desde hace algunos años la había estado agobiando fue la causa de su fallecimiento cuando rondaba en los 30 años.
Ejemplo de mujer. Guerrera que siempre luchó contra estas adversidades. El destino fue implacable con ella desde que era adolescente. Sus fuerzas y su organismo fueron minando hasta dejarla postrada en cama por largos períodos.
Al final, expiró su último aliento, pero ella nunca se arredró: “Cuando me haya ido, despréndanse y déjenme ir. Tengo tantas cosas que ver y hacer”, escribió Yainín no hace muchos días.
“No deben atarme a sus lágrimas –añadió–; sean felices. Tuvimos tantos años juntos y yo les di mi amor. Ustedes sólo podrán tratar de adivinar cuánta felicidad me dieron. Les doy las gracias por todo el amor que cada uno de ustedes me dio. Pero ahora es tiempo de que yo viaje sola”.
Y continuó: “Así es que, si se sienten tristes por mí, háganlo por un rato nada más; después… que su tristeza se convierta en confianza y fe”.
“Es sólo por un momento que vamos a estar separados –recalcó–; así que bendigan los recuerdos de su corazón. Yo no estaré lejos, porque la vida continúa. Y si me necesitan, llámenme y yo vendré. Aunque no me podrán ver ni tocar, yo estaré cerca”.
Casi al final escribió: “Y si oyen con su corazón, escucharán a su alrededor muy suave y claramente mi amor. Luego, cuando les toque venir por este mismo camino, yo saldré a recibirlos con una sonrisa y a darles la bienvenida a su casa. Estoy con Dios y con el no falta nada”, puntualizó.
El cuerpo de Yainín Bravo Soto esta siendo velado esta noche en el velatorio de la Funeraria Bañuelos. Mañana lunes será sepultada en después de la misa que se oficiará a las 4:00 de la tarde en la parroquia de San Francisco de Asís. DESCANSE EN PAZ.
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