Ixtlán del Río; agosto 07.- (Redacción).- Dicen que no fue una tormenta normal sino una tromba la causante de los fuertes daños que muchos ixtlenses sufrieron por los vientos y las torrenciales aguas que se abatieron la noche del pasado sábado en esta ciudad.
Los niveles de agua en afluentes y calles ascendieron de manera desproporcionada y no fueron pocas las viviendas que resultaron afectadas en casi todos los puntos de la ciudad, aunque la peor parte se la llevaron las familias que habitan en las partes bajas, como son los casos del barrio de El Llano y de Las Siete Esquinas, entre algunos otros asentamientos.
Muchas familias ni siquiera durmieron ante el temor de sufrir desgracias mayores por los desbordamientos de los ríos o por el agua que fluía por encima de las banquetas.
El agua en muchos domicilios subió hasta un metro de altura. Muebles, aparatos electrodomésticos, documentos importantes, ropa y otros enseres quedaron inservibles al ser alcanzados por la lluvia.
Pero no solo fueron casas particulares las que resultaron dañadas, sino también decenas de comercios, escuelas y otras instituciones, como es el caso de las oficinas del CDM del PAN, donde el agua afectó los equipos de cómputo y sonido, así como al mobiliario y papelería, pues el nivel del lodo ascendió a 30 centímetros aproximadamente.
Tampoco fueron los árboles y ramas que quedaron derribados por el viento y por el agua, en otro fenómeno más no visto en varios años.
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