Suena el timbre, momento para que los profesores hagan la pausa y se busque al grupo siguiente. Estamos en el limbo de los recuerdos. Le pregunto sobre la clave de subdirector. El primero de mayo cumple 20 años en este puesto. “En base a mi experiencia acumulada he cumplido con la encomienda, aunque cuando seguía siendo profesor de la preparatoria, de siete de la mañana y siete de la noche era mi horario y a veces me estresaba por la acumulación de trabajo y de responsabilidades. Trabajo muy compaginado con el director, profesor Humberto Ibarra. Nunca hemos tenido conflicto.”
Quiero que se regrese y me cuente el momento de volver a estar en Ixtlàn: “mi sueño fue tener una esclava de oro y una mini moto marca Carabela 100. Ganaba mil 200 pesos mensuales y las compré en abono. Pagaba mil mensuales y me quedaban 200 pesos que buscaba que me ajustaran. Cada sueño me costó cuatro mil pesos y me sentí tan feliz que todavía joven y ya había cumplido con lo que me prometí”.
Comentamos que era muy famosa la papelería que puso en la avenida Hidalgo. “Fíjate Rigo, que desde niño me gustó el comercio, rentaba cuentos, vendía palomitas, rentaba un patín del diablo, después una bicicleta y posteriormente vendía queso y cajeta. Pero lo que más me gustó fue que desde niño también jugaba a que era profesor y a mis amigos les daba clases en un pequeño pizarrón. Creo que acerté en mi profesión. Eran dos lugares donde se podía uno ir a estudiar y obtener beca: Chapingo y Ciudad Guzmán. Nos tocó estar en la lista, entre otros, a Héctor Javier Sánchez, Salvador Villanueva y Cipriano Ruiz.”
Al momento de los honores, estuve contemplando a los alumnos con su uniforme de antaño y el que se utiliza para el invierno. Formados en sus grupos fue motivo para hacerle la pregunta indispensable por la nostalgia y los tiempos modernos de distracciones a raudales de hacer balance de los de antes y los de ahora: “Antes había respeto, cariño y confianza, hoy manda el Dios hijo, por el apoyo de complicidad de los padres. Se están perdiendo los valores.
Las reglas de convivencia se han relajado. No hay la misma calidad. Los alumnos de hoy son buenos para manejar aparatos, mover botones a los celulares y ya no hacen ejercicio. Antes había partidos emocionantes en las canchas de la escuela.” ¿Y los mitos de la distribución de grupos y de turno? “Eso, son simplemente mitos, porque la verdad no es cierto que en el grupo A están los mejores alumnos y ni se ponen los mejores maestros. Lo que se hace es tomar carpetas de los de nuevo ingreso y pongo de a una en una distribuyendo en cada grupo sin saber el nombre hasta que queden completos. No acepto recomendados. Puse a mis hijos en cualquier letra, en grupos diferentes al A y trabajé muy agusto en el turno vespertino”.
¿Y la demanda de alumnos, la cantidad?; “ha disminuido porque antes la secundaria recibía alumnos del sur de nuestro estado porque era la única en este rumbo. Ya cambió, porque Ahuacatlán, Jala, Méxpan, Uzeta, Amatlán, tienen sus escuelas y aquí en Ixtlán están otras dos. Aparte que las familias ya son pequeñas. Tenemos grupos de 30 a 35 alumnos”.
Esbozo una sonrisa porque en mi grupo A del 72 al 75, éramos tantos, al principio 56. Le pido su opinión sobre la reforma educativa, ya que andamos por los territorios de los mitos: “no hay tal reforma, simplemente es laboral, ya hay en esta escuela sólo contratos a los nuevos docentes, hay incertidumbre. Para que sea educativa, debe de cambiarse los planes y programas de estudio, libros nuevos, metodología acorde con la realidad”.
Preciso y directo sin medias tintas, ya me lo imagino en las reuniones con padres de familia que contesta cabalmente a las quejas normales. ¿Maestro y su carácter? “lo heredé de mi madre, soy franco y abierto, amistoso. Mi padre no permitía bromas y era muy formal y serio”.
Era natural verlo llegar con su conjunto de color y portando su maletín. El aula bien conservada, con cortinas, su archivo, borradores acomodados, porta gis y sus formatos donde nadie se escapaba de las tareas. Siempre nos recibía en la puerta de su salón. Después de 43 años aquí lo tengo siguiéndole sus pasos del recuerdo.
Al observar sus fotografías que lo protegen en este escritorio de antaño y le desean cada mañana lo mejor con un mirada. Cuando andaba de novio ¿Cómo la conoció? “Celia Castillón es de Atonalisco, municipio de Tepic, se vino a estudiar aquí al CBTIS 27. Era candidata a reina de la escuela y pusieron una foto pegada a una caja de cooperación en mi papelería. A los dos meses nos hicimos novios y ya tenemos casi 34 años de casados”.
Le brillan sus ojos y mueve las manos. Sus hijos Ana Celia Iliana, Juan José y Delia Margarita; los adorados nietos Iliana Serrano e Ian Alexander Lima.
¿Eres sentimental? “Sí, mucho, con mi familia”.
¿Qué haces en el tiempo libre? “Quemo estrés en Facebook porque me encuentro a tantas personas que fueron mis alumnos, amigos, y conversamos sobre las etapas de nuestra vida”.
Comercial, reviso y son casi dos mil; aparte participa junto a su esposa de un videoclip musical “siempre te amaré” y una entrevista con Chico Espinosa “entre amigos” que están en YouTube. “Me gusta caminar, ver películas, leer”.
Lo confirmo, lo veo desfajado y sentado en una banca de la plaza Eulogio Parra o en la peluquería del amigo Cuate, ya fallecido. ¿Y la jubilación? “En este año cumplo 50 años de servicio. Trabajo feliz porque las situaciones nuevas es el motor de mis emociones. Estoy viendo la posibilidad muy cercana de hacerlo porque quiero disfrutar a mi familia el tiempo que me queda”.
¿Un balance? “Pude haber sido Jefe de Enseñanza en matemáticas y mejor quise seguir así. Soy secretario general de la delegación D-II-2 y obtuve una votación histórica de 100% de votos. Estoy inmerso de ser autoridad y representante sindical”.
¿Y la política? “Fui soldado del PRI, pero estoy desilusionado de cómo este presidente, que apoyamos los maestros, nos ha tratado muy mal. Si se usara que uno fuera presidente municipal por vía plurinominal, ni así aceptaría”.
¿Maestro Juan José, le tienen miedo o respeto? Sin vacilar responde la última pregunta: “Respeto. En la calle me hablan bien y nadie se ha cruzado de banqueta cuando me ve. En el aula soy profesor y afuera soy amigo”.
Me despido cuando el paisaje del valle desde aquí se torna esplendoroso a las quince para las nueve.
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