JALA
Más rápido que “inmediatamente” el presidente municipal giró instrucciones para que se procediera a reparar los dos socavones que se formaron sobre el camino que conduce al volcán El Ceboruco y a retirar las ramas que se habían desprendido de los árboles debido a las rachas de viento y a la lluvia.
Para tal efecto, el arquitecto Carlos Carrillo comisionó a trabajadores de la dirección municipal de protección civil, quienes pronto se pusieron manos a la obra y, con maquinaria y la herramienta disponible se dedicaron a arreglar las zanjas –o socavones-, además de despejar los derrumbes.
Como es de imaginarse, con la época de lluvias los caminos se reblandecen, hay deslaves, derrumbes, las piedras se desprenden con más facilidad, las raíces de los árboles se vuelven vulnerables y también hay ramas que de pronto se caen obstruyendo el camino empedrado.
Pese a todo, la brecha no está en mal estado. Los excursionistas que deseen acceder a la cima de este gran coloso pueden sin tanta dificultad recorrer los 15 kilómetros que separan a Jala Pueblo Mágico de la cúspide del volcán.
Es en el temporal de lluvias cuando los conductores deben de transitar con mayor precaución debido a los derrumbes y hoyancos que pudieran formarse; sin embargo, durante este gobierno siempre se actuó de inmediato a efecto de evitar riesgos.
Por lo pronto estos dos socavones ya fueron reparados quedando por lo tanto resuelto el problema.
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