AHUACATLÁN-AMATLÁN.― Después de seis días, el incendio forestal que se registró sobre la cordillera que divide a los municipios de Ahuacatlán y Amatlán de Cañas, por fin fue sofocado, dejando un saldo de varias decenas de hectáreas de bosque consumidas, además de afectar en gran medida la fauna de la zona.
Este fue el segundo incendio forestal del año. Los demás solo han dañado pastizales. Por eso es que se recurrió a más de cuatro decenas de combatientes, en una acción conjunta en la que se involucraron brigadistas de la CONAFOR así como de los municipios de Ahuacatlán y de Amatlán de Cañas.
Aunque no se precisaron cantidades, personal de la CONAFOR informó que fueron muchas hectáreas de bosque consumidas. La lumbre acabó con cientos de árboles, principalmente pino y roble; pero el fuego también causó daños a los animales silvestres, muchos de los cuales tuvieron que huir a otras zonas.
No se sabe a ciencia cierta qué fue lo que provocó este incendio, pero se infiere que se debió a un descuido por quemas agrícolas.
Los ayuntamientos de Ahuacatlán y Amatlán de Cañas, además de colaborar con brigadistas de Protección Civil, apoyaron también con agua, comestibles y combustible. No fue fácil combatir la lumbre. Se recurrió a los cortafuegos pero las brazas “volaron” inclementes por la zona dificultando por lo tanto la labor de los combatientes, hasta que se controló en su totalidad, gracias también al personal de la CONAFOR.
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