AHUACATLÁN.
Los empleados, sin más ni más, colocaron su escalera y desconectaron un cable de la red eléctrica, dejando sin servicio a la familia Hermosillo Estrada. Esto a su vez ocasionó una serie de problemas, contratiempos y obviamente enojo.
Evidentemente molesta, la señora Evangelina —habitante de esa finca que se sitúa por la calle Ismael Zúñiga en el barrio de La Otra Banda— acudió entonces a las oficinas de la CFE, donde, para acabarla de amolar, recibió un trato nada amable.
Fue ella a reclamar la razón por la cual le habían cortado el servicio de luz, explicándoles que ella no había recibido ningún recibo y que por lo tanto no sabía la fecha de vencimiento de éste.
Hubo intercambio de palabras entre Evangelina y la persona que la atendió y, a pesar de sus molestias, no le quedó otra más que pagar el monto que se indicaba por el consumo de los últimos dos meses, regresando a su domicilio con un mal sabor de boca debido a estas arbitrariedades de la Comisión Federal de Electricidad.
Pero así como Evangelina han sido muchas las personas que se han estado quejando por los abusos de la Comisión; aunque las molestias de la gran mayoría tienen qué ver más bien por los altos costos y el doloroso incremento en el consumo de energía eléctrica.
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