ZON SUR. – A once días de la jornada electoral, en el sur de Nayarit ya se han registrado conatos y hecho de violencia, amenazas e intimidaciones producto de la entrega de la despensa del Programa Social de Salud Alimentaria (PROSA).
En Ixtlán del Río fue dónde un grupo de simpatizantes panistas intervinieron en lo que ya está siendo acremente criticado en las redes sociales debido a que uno de ellos extrajo de una camioneta los comestibles de esta despensa para tirarla al suelo y proferir amenazas e improperios a quienes estaban repartiendo estos apoyos.
En Ahuacatlán partidarios de Movimiento Ciudadano y del doctor Víctor Cervantes filmaron lo que se pudiera interpretar como una persecución a los voluntarios que reparten esta despensa, quienes fueron inclusive retenidos en las calles céntricas de la cabecera municipal.
Asimismo, en Jala se difundió otro vídeo dónde se capta el momento en que unas personas, aparentemente de Acción Nacional, irrumpen el momento de la entrega de la susodicha despensa, que se está entregando en vehículos particulares y sin ningún emblema o identificación, para evitar ser sancionados por la ley.
Y es que esta escalada de irritación social por parte de personas contrarias al gobierno y al PRI, carece de un sustento legal. La despensa PROSA, al igual que los servicios de salud, no se pueden detener. Sin embargo, muchos cuestionan el aspecto ético con que se lleva a cabo. Suponen que con este tipo de acciones se está induciendo a los beneficiaros a votar a favor del “partido oficial”; lo cierto es que el Instituto Estatal Electoral de Nayarit, ya está divulgando un vídeo para explicar que nadie puede condicionar el voto por la entrega de un apoyo, sea cual sea.
Lo que realmente muchos atinan a decir es que hay audios del gobernador Roberto Sandoval dónde aparentemente éste pretende utilizar el PROSA para ganar adeptos a su partido; sin embargo, quienes se ofrecen como voluntarios no tienen por qué pagar los platos rotos. Además, son ellos voluntarios de este programa, cuestión que también se presta a cuestionar por qué ellos y no otros. Y la explicación es sencilla: en el pasado nadie se ofreció a hacerlo, siendo que este programa ya tiene 5 años llevándose a cabo.
De esta manera, los ánimos se caldean debido a la desinformación, la suspicacia, el recelo, el fanatismo y la falta de liderazgo por parte de los candidatos que, de un lado y otro, tanto del PRI como del PAN y del Movimiento Ciudadano, no promueven la concordia entre su militancia.
Infortunadamente, ni el INE ni el Instituto Estatal Electoral de Nayarit son autoridad judicial para llevar a cabo la detención de este tipo de prácticas. Por su parte, la policía municipal, la estatal y la federal, solo actúan en casos en que la ley así se lo permita, y al no ser ilegal estas acciones, no pueden hacer nada. ¿Y es acaso que se seguirá permitiendo que continúen la rencillas hasta que los adversarios al sistema hagan justicia por su propia mano?
En el caso de Ahuacatlán y de Jala, la situación no ha desbordado en actos de agresión. Pero tocante a Ixtlán, ¿qué va a pasar con la persona que tiró la despensa al suelo y provocó que la situación derivara en un hecho reprobable por tratarse de un atentado contra la propiedad (el vehículo de dónde extrajo la despensa) y ocasionara una gresca que pudo (y puede) derivar en algo más grave?
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