AHUACATLÁN.- Tres jornaleros se agachan para cortar la maleza. El viento corre y en aquel lugar no se escucha más que el sonido de los machetes que dan contra las piedras. Abajo de ellos se encuentra un árbol con un letrero del INAH donde se indica que el sitio está restringido y considerado patrimonio nacional. Una lona negra cubre un vallado de piedras. Dentro de pronto, todo quedará sepultado bajo la tierra.
Pese a los esfuerzos que se han hecho para el rescate del sitio arqueológico en Ahuacatlán, el INAH no pudo impedir que el paso de la autopista Jala – Vallarta se desviara o modificara en la mínima parte.
O los argumentos del INAH en Nayarit son muy pobres, o en realidad el sitio prehispánico no vale tanto la pena. Se preservará, eso sí, lo más importante: un templo ceremonial y algunos vestigios del siglo X.
Empero, la construcción de un tramo de aproximadamente 200 metros lineales de autopista afectará algunas ruinas de la época precolombina. De continuar la obra, el templo ceremonial quedaría a 25 metros de la carretera, lo que lo expondría al menoscabo por parte de los automovilistas. Es por esa razón que el colectivo “Rescatemos el Sitio Arqueológico de Ahuacatlán” está promoviendo que se haga un parador turístico en el lugar.
De un lado y de otro, al oriente y poniente sobre las faldas del volcán, se puede ver el trazo de la autopista ya avanzado. Solo en una hectárea y media los trabajos de la SCT se hacen de manera sigilosa. Pronto el silencio se verá interrumpido por el estruendoso trajineo de las máquinas.
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