CAMOTLÁN.- Un balazo en la cabeza – a nivel de la sien derecha – y otro impacto más de bala que se incrustó en su pecho, fue lo que marcó el final de Ricardo Rosas Martínez, en la noche del pasado domingo en el poblado de Santa Cruz de Camotlán, municipio de Ahuacatlán.
El cuerpo sin vida de Ricardo fue localizado ya al amanecer cerca de la casa de la señora Sebastiana González, en el arroyo de los Limones, lugar donde tuvo lugar la ejecución.
Hasta el momento no se ha sabido quién fue el asesino, pero las autoridades judiciales investigan el caso y no se descarta la posibilidad de que den pronto con su identidad.
En relación a los hechos se supo que Ricardo Rosas se paseaba en la noche anterior en su caballo, borracho y portando un tremendo machete en sus manos.
Su estado de ebriedad lo tornó agresivo y con todo mundo quería pelear. Todavía antes de la medianoche se le vio rondar por las calles, pero de pronto nada se supo de él, y no fue sino hasta la madrugada de este lunes cuando fue localizado, pero ya sin vida, con dos impactos de bala, uno en la cabeza y otro en el pecho.
Ricardo Rosas Martínez habitaba una finca en la población de Las Guásimas. Su cuerpo fue entregado a sus familiares “para su cristiana sepultura” – como decían anteriormente los reporteros de nota roja –.
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