¡Uhhh!, no se a cuántas Lupes – hombres y mujeres – conozco y he conocido. El nombre es muy común en este país. ¡Claro!, ¿por quien más?; de esta forma se honra a la patrona de Mexicanos; la siempre amada Virgen de Guadalupe.
Recuerdo a mi ex tinto tío – hermano de mi padre – Guadalupe Nieves, quien solía facilitarme aquellos cuentos de Kalimán, de Aniceto, de Roy Rogers y de Hermelinda Linda a fin de que me entretuviera en la lectura.
También rememoro a una mujer que habitaba justo frente a nuestro domicilio de la calle de Abasolo en el barrio de La Presa: Lupita Varela, fallecida a principios de los años 60´s mientras se celebraban las fiestas del pueblo.
Un poco más adelante vivía Lupe Ruiz, quien por cierto procreó, junto con su esposo Beto Varela, a otra Lupita.
Don Lupe era otro hombre chaparrón con el que muchas veces coincidí cuando nos trasladábamos a la zona del Coastecomate, a sembrar maíz. De carácter fuerte el señor. De todo se enojaba.
Doña Lupita Villegas, mujer menudita y muy devota de la fe católica que residía en la esquina de las calles Miñón y Trabajo. Muchos aprendieron catecismo a su lado.
¡Ah!, Lupita Tolentino, con quien entablé amistad cuando cursaba mis estudios de secundaria. Y ahí está también mi comadre Lupita, madrina de mi hija Érika… Lupe Ledesma, originario de El Venado – municipio de Ruiz – a quien conocí en la Casa del Estudiante, hace ya algunos ayeres.
Total, son muchas las Lupes y los Lupes que me distinguen con su amistad. Y todo ellos estarán de fiesta, hoy, viernes 12 de diciembre.
Puedo asegurar – porque somos un pueblo de alegrías y fiestas – que desde muy temprano las Lupes y los Lupes estarán celebrando su día. Tal vez con un mariachi, con flores, con una comida o cena especial, con flores y obviamente con el calor y la presencia de la familia y amigos.
Para las y los de ayer, para las de hoy, mis amigos que lo son y los que no lo son, a los Guadalupes, a las Guadalupes, vaya nuestra sincera felicitación, hoy 12 de diciembre.
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