JALA-AHUACATLÁN.- “En lamentable situación”; así es como textualmente el reconocido antropólogo y ex director del INAH en el estado Raúl A. Méndez Lugo se refiere al estado actual del Volcán El Ceboruco (Jala-Ahuacatlán), como destino turístico.
Méndez Lugo – quien dicho sea de paso, es uno de los promotores culturales más incisivos de la entidad, en todas sus expresiones – sustenta su aserción por medio de imágenes en las que se aprecian las malas condiciones del camino que conduce hasta la cima, incluyendo las paraguas – o parasoles – del llanito y las cabañas que se construyeron cerca de Las Antenas.
Pero su opinión es compartida por múltiples personas. Porque efectivamente, el camino que conduce hacia la cúspide del volcán no está en las mejores condiciones. Dicen que le hace falta una manita de gato para que los excursionistas se desplacen con más comodidad.
Sin embargo hacen énfasis en la imperiosa necesidad de rehabilitar paraguas – o parasoles – y las cabañas, mismas que están en el descuido total.

Estas cabañas – cabe señalar – fueron construidas a finales de los años 90-s, pero se fueron consumiendo rápidamente por falta de mantenimiento y por la inconsciencia también de malvivientes… Sus techos, muros y ventanas están bastante deteriorados y nadie hace nada por evitarlo.
La maleza y la basura invaden su contorno. Los baños lucen completamente sucios, apestosos, malolientes, nauseabundos y sus ventanales están hechos añicos.
Los pasillos que conducen hacia ellas están llenos de basura. No es muy cómodo acceder a las cabañas, y el Mirador que también se encuentra en esos puntos se encuentra muy estropeado. La madera se está echando a perder muy rápidamente y las leyendas obscenas invaden las paredes.
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