IXTLÁN DEL RÍO.— A veces se les ve caminando por la escalinata a eso de las nueve o diez de la noche. Otras ocasiones utilizan la zona del Llanito o La Placita. También acostumbran “reunirse” en algún lugar discreto, alejado de la ciudad, de las miradas curiosas.
Bien planeado: cerveza, cigarros, vino, tequila o quién sabe qué para estimular el cuerpo. No les resulta difícil burlar la vigilancia de los padres. Siempre tienen algún pretexto a la mano. A veces con la complicidad de sus amigos.
Es el caso de las ‘parejitas’ de novios. Jovencitas o jovencitos cuya edad no llega aún a los 20. Algunos de ellos apenas son estudiantes de secundaria o prepa. Hijos de papi y mami.
La mayoría de ellos han tomado por costumbre “divertirse” en ese plan los viernes o los sábados. Basta dirigir la mirada hacia las escalinatas para darse cuenta de que son muchas las parejas que ‘suben’ a la cima del Cerrito de Cristo Rey, a tomar, a pachanguearse, a alegrarse la vida… y quien sabe a qué otras cosas más.
Y no solo las escalinatas, pues también les ha dado por plantarse por el rumbo de la “Calle Ocho”, aún así sea casi la medianoche. No tienen temor. Y no solo desafían a sus padres, sino a las propias autoridades policíacas, quienes, a pesar de sus recorridos no han podido detener la mal vivencia de estos chiquillos.
Por otro lado, las autoridades de tránsito tampoco han podido detener a tantos jóvenes motociclistas que deambulan por la ciudad sin las debidas precauciones como es el hecho de portar su caso protector.
La gran mayoría por cierto desconoce los reglamentos de vialidad. Muchas de las veces circulan en sentido contrario, rebasan por el lado derecho, no respetan preferencia, etc. Afortunadamente el asunto de los juniors parece estar controlado, pero al parecer es momentáneamente.
Discussion about this post