Se ha visto, es evidentemente notorio y ni ellos mismos, por más que algunos digan lo contrario, han podido fusionar sus colores partidistas. Ni los azules, ni los naranjas ni los amarillos logran congeniar. Lo intentan, pero hay resquemores del pasado reciente que impiden entenderse.
Ixtlán del Río es el vivo ejemplo. Sus candidatos al Senado y a diputado federal han sostenido algunas reuniones, pero el distanciamiento entre el PAN el PRD y MC es más que obvio. En resumidas cuentas andan juntos, pero no revueltos. Cada partido se mueve por su lado mientras que los postulantes hablan de unidad, pero esa unidad simple y sencillamente es simulada.
Ni siquiera la presencia de doña Martha García ha logrado unirlos; tampoco Naranjo ha podido hacer gran cosa, mucho menos Gloria Núñez. A ella le cuestionan el hecho de haber dejado “colgados de la brocha” –como se dice coloquialmente– a los electores de Compostela; y lo mismo en Ahuacatlán que en Jala y que en Ixtlán la tachan de ser “una mujer oportunista”.
Las divergencias entre los seguidores de Elsa Nayeli Pardo y de El Charranas no se han podido subsanar. El rencor de los primeros sigue vigente, No han podido digerir la derrota del año pasado y eso se puede palpar fácilmente durante los actos que se organizan en apoyo a sus candidatos. Los panistas forman su bloque; no quieren revolverse con los anaranjados. Cuando los del PAN aplauden los de MC se quedan estáticos y viceversa.
Esa misma situación se ha visto también en Jala y en Ahuacatlán. La gente que el año pasado apoyó al panista Juan Manuel Parra y que se identifican con el ex presidente Chuyín Bernal, no pueden ver ni en pintura a los que le dieron su apoyo al doctor Víctor Cervantes.
Las campañas de Naranjo, de Gloria Núñez y de Héctor Paniagua, no han tenido la penetración que ellos quisieran, pero lo mismo se puede decir de Jazmín, de Narváez y de José Gómez, los candidatos del PRI. No prenden. Hacen mucho ruido, pocas son las nueces.
El resquemor entre Jasmín Bugarín y Gloria Núñez es insoslayable. Se han tirado con todo. A esta última también le achacan su formación política y pocos son los que asumen la idea de que se haya convertido en panista de la noche a la mañana. Dicen que es una “chapulina de la política”. Así de negras estás las cosas en esa alianza que conforman el PAN el PRD y MC acá en la zona sur.
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