JALA.- Concluida la Feria del Elote, la tranquilidad vuelve a imperar en este Pueblo Mágico. El éxodo de los vacacionistas empezó desde el domingo y lunes, dejando a este singular rinconcito otra vez en la pasividad.
Durante las tres semanas anteriores, Jala se vio inundado por miles de personas; gentes que llegaron a su terruño para disfrutar de su fiesta religiosa y de su tradicional Feria del Elote… o simplemente para reunirse con la familia o el amigo mientras se empinaban su raspado o tesjuino, aguas frescas o ensalada de frutas.
El balance en términos generales fue bueno, pues con el arribo de los vacacionistas la economía se reactivó, dejando buenas ganancias a los comerciantes y prestadores de servicios.
Todo ese ajetreo que se observó durante la primera quincena de agosto de pronto se paralizó, aunque aún se observa uno que otro puesto de “vendimias” de los muchos que se instalaron en la ciudad, desde el inicio de la calle Morelos y toda la zona centro.
De acuerdo a los conocedores durante este temporada en Jala se generó una derrama económica de más de un millón de pesos, aunque los ingresos a la presidencia municipal en realidad fueron muy pocos, e incluso se sospecha de número rojos debido a tantos gatos.
Y buieno, luego de esta pequeña “racha” de buena economía, los Jaleños esperan recibir ahora la visita de los excursionistas que gustan del contacto con la naturaleza a través de los paseos al volcán El Ceboruco.
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