ARTÍCULO: Fco. Javier Nieves
AHUACATLÁN.
No cabe duda. Hemos crecido a través del tiempo. Hemos dejado huella. Desde aquel 03 de septiembre de 1973 hemos navegado en una espiral en constante movimiento, con sucesos y circunstancias que generamos, las cuales perduran en la memoria como imágenes que se proyectan en una película.
Dicen que recordar es volver a vivir. Cierto. El pasado viernes y sábado, 01 y 02 de septiembre, los alumnos que conformamos la primera generación de nuestra entrañable Prepa 8, revivimos aquel primer lustro de principios de los 70´s. Un reencuentro que nos produjo un cúmulo de emociones placenteras.
La celebración por los 50 años de la fundación de la Prepa 8 inició con fraternales encuentros deportivos en los que participamos alumnos de anteriores generaciones y las actuales. Alegre convivencia, donde los resultados pasaron a segundo término.
Las emociones crecieron cuando nos reencontramos en el cruce de la avenida 20 de noviembre y la calle Juárez; ahí donde se irgue majestuoso el Monumento a la Madre. Seis y media de la tarde.
Elegir la vestimenta acordada no resultó fácil. Habría que acudir a esta cita de forma uniforme. Azul y blanco. Con alegría desbordada saludé a mis compañeros de generación, contándose entre ellos a Malena Fregoso y a Chepe Arciniega, quienes viajaron expresamente desde los Estados Unidos para estar presentes en esta celebración.
Por ahí me encontré también a las hermanas Arroyo Alatorre, Martha y Beatriz. También a Raquel y a Yolanda, de apellidos Hernández Ortega.
Efusivos fueron los saludos con Chuyita Enríquez y Alberto López Herrera, Alfredo Ibarra y mi hermano Luis Humberto, Gumecinda Pérez y Luz Elena Izar, Agustín Arámbul y las hermanas Montero Ibarra, Leticia y Yolanda, Duby y Rosario, Ana y Tarzicio, Rubén García y Juan Maldonado, entre otros.
Marcha hacia el Club Social y deportivo, con banderín en mano con la leyenda “Primera Generación Prepa 8”. Excelente papel de nuestra escolta, emotivas palabras de nuestros compañeros Gume y Raquel. Interesante mensaje el del actual director, Juan Aranda. Magnífica presentación de los ballets “Mons. José de Jesús Salcedo Curiel” y el de la Prepa 8. Estrechar las manos de los profesores, Pablo Hernández, Rafael Partida, Fidencio Camacho y Manuel Tovar me produjo mucha satisfacción.
Las actividades del sábado 02 iniciaron con la colocación de la placa conmemorativa, en las instalaciones de la Prepa y en donde se aprecian los nombres de los 65 alumnos que iniciamos clases aquel 03 de septiembre de 1973. Hace 50 años ya. Primera Generación.
Fue un placer saludar en este recinto educativo a vuestro primer director, Eugenio Robles, quien acudió acompañado de su distinguidas esposa. Mi mente se transportó hacia aquel jacalón de la calle Aldama esquina con Durango. Barrio de la Presa. Ahí fue donde se nos impartieron las primeras clases. Al iniciar el quinto semestre nos trasladamos a las nuevas instalaciones. Fuimos nosotros quienes estrenamos las aulas del primer edificio de nuestra querida Prepa.
Al llegar me topé con mi amigazo y compañero de profesión, Saúl Robles Ibarra. 8 años compartiendo aulas; tres de la prepa y 5 en la carrera de Turismo de la Universidad Autónoma de Nayarit. Ahí saludé también a Miguel Rivera y a José Gómez, así como a Alberto Hernández y.
Pase de lista a cargo de nuestro primer director. Con voz fuerte dijimos “¡Presente!” al escuchar los nombres de nuestros compañeros fallecidos. Ocho en total.

A las 12 se ofició una misa. El presbítero Rafael Partida fue el oficiante. Saúl y Malena se encargaron de la lectura. Para entonces ya se había sumado Waldo Bernal Fotos del recuerdo en el altar y en el frontispicio del templo de San Francisco de Asís. Lo bueno estaba por llegar: UN CONVIVIO MEMORABLE.
Fue en un conocido salón social donde nos volvimos a reencontrar. A las dos de la tarde iniciamos la “pachanga”. Compartí la mesa con mi compañera Malena y su esposo Enrique, quien por cierto es de conversación agradable. Omar, Claudia y Yaki me acompañaron.
Mis compañeros dieron una muestra de su energía y jovialidad. Como adolescentes bailaron, bailaron y bailaron. Chepe se aventó unas rolas, muy afinado. Alfredo sacó a relucir sus dotes de declamador. La música de los 5 Soñadores contagió a todos. ¡Vaya tarde-noche la del pasado 02 de septiembre!
Al siguiente día me llevé una agradable sorpresa. Pensé que no llegaría mi estimadísimo compañero Roberto Espinosa. Tenía muchas ganas de saludarlo y se me concedió. No ha cambiado mucho mi buen “gis” -como lo conocemos la mayoría-. Sentí su buena vibra, al igual que con mi amigo Jorge “El Cronch” quien, por igual, sigue dando muestras de su afabilidad y donde gentes. ¡Listos para celebrar los 50 años de haber egresado de nuestra querida Prepa! ¡Salud!
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