Zona sur, Sept. 01.- (Francisco J. Nieves).- A raíz de la ejecución por inyección letal del mexicano Humberto Leal García a manos de la justicia norteamericana, en julio pasado, las reacciones en Ahuacatlán, Jala e Ixtlán no se hicieron esperar.
El ignominioso caso ha sido totalmente reprobado por todos los habitantes de esta región; y en su gran mayoría dijeron estar en desacuerdo con la pena de muerte.
Así, la señora María Elena Bobadilla, de Ixtlán, opino que “solo Dios es el único que puede decidir quien muere o quien no. El hombre no debe de tener esa decisión” aseveró; mientras que Leopoldo Fuentes indicó que “está mal que ejecuten a la gente; porque la pena de muerte no se debe aplicar a ninguna persona, aunque haga lo que amerite”.
Los cuestionamientos de Ramiro Hernández Aguilar, de Ahuacatlán, fueron más agudos en contra de nuestros vecinos del país del norte; “Me da mucho coraje que los gringos puedan hacer lo que quieran con nosotros, ¡Y nosotros de dejados!”; y se mostró partidario de aplicar ese mismo tipo de sanción a los delincuentes norteamericanos que cometan ilícitos en nuestro país.
Una opinión similar fue la que emitió el joven universitario Genaro Díaz Machuca quien, al hacer una reflexión del caso, comentó que las vejaciones que cometen “los gringos” en contra de los mexicanos y de muchos latinos se cuentan al por mayor; “Nos humillan, nos pisotean, violan a nuestros paisanos, ¿Y qué?, ¿A quien han ejecutado?”
María Esther Ruiz, por su parte, considero que existe una contradicción en lo que se refiere a la pena de muerte en los Estados Unidos, pues dijo, “Es incongruente que castiguen a alguien que mató a una persona y que ellos “asesinen” al infractor. Entonces los que regulan las leyes ¡También son asesinos!”.
En tanto, Juan Manuel Aquino, de Jala, dijo que la ejecución de cualquier persona es difícil: “La verdad es que a pesar que uno no está en esa situación, se siente mal, y ojalá no se ejecute en Texas a ningún paisano mas. No coincido con la Pena de Muerte; yo me inclino mas bien por la Cadena Perpetua”.
Mientras, José Antonio Jacobo, también de Jala manifestó que “la ejecución del mexicano no tuvo fundamentos; sin embargo-apuntó—así son tratados los mexicanos en el extranjero. Las personas que se convierten en homicidas, con que los tengan en la cárcel para toda su vida es castigo suficiente para ellos”, subrayó.
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