ZONA SUR. – Ramiro Ledesma no pudo ocultar su turbación ayer que acudió a la presidencia municipal de Ahuacatlán. Había realizado un “viaje exprés” desde Tepic hasta esta ciudad a efecto de “sacar” su acta de nacimiento y otros importantes documentos que sólo pueden expedir las autoridades municipales.
Al ver las puertas cerradas simplemente se dio la media vuelta y con las manos en sus bolsos se recargó en un pilar, contrariado y visiblemente molesto por haber realizado este viaje que al final de cuentas resultó infructuoso.
Ramiro nunca supo o quizás no pensó que la de ayer era una fecha especial y que los empleados sindicalizados no habían acudido a sus labores, en tanto que los trabajares de confianza se desplazaron a la Barranca del Oro, para participar en la peregrinación de aquel lugar.
Y efectivamente, al festejarse ayer a la Virgen de Guadalupe, el Ayuntamiento de Ahuacatlán no abrió sus puertas. En Jala solo se laboró hasta mediodía; en tanto que en Ixtlán los trabajadores del SUTSEM también laboraron hasta las 12 del día; no así los empleados de confianza que sí trabajaron con normalidad.
Pero en cada una de estas cabeceras se palpó ayer una gran pasividad propiciada por los festejos Guadalupanos. Y esta misma situación se extendió a otras instituciones, toda vez que tampoco laboraron.
Y en el caso especifico del municipio de Ahuacatlán, la fiesta Guadalupana se vivió con mayor fervor en la localidad de Tetitlán en virtud de que se celebran como fiestas patronales, como si fuese una feria popular, con baile y venta de antojitos, juegos de azar y quema de juegos pirotécnicos.
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