Fue uno de los mejores albañiles de Ahuacatlán
Ahuacatlán, abril 12.- (Francisco J. Nieves Aguilar).- Pese a los cuidados médicos y a la sólida y persistente atención de sus hijos, nietos y bisnietos, Don Lorenzo González Bermúdez no pudo superar su cuadro clínico. Ayer por la mañana se reportó su fallecimiento, en su domicilio de la calle Morelos número 73, en Ahuacatlán.
Una fuerte neumonía marcó el final de su existencia cuando contaba con 94 años de edad; pero deja a sus hijos un enorme legado de principios humanos firmes en los que se prepondera el amor al trabajo, el respeto hacia sus semejantes y la honradez, como raíces para vivir en armonía.
Casado con doña Concepción Pérez, don “Lencho” González fue un eficiente y afamado albañil de Ahuacatlán y cuyo oficio profesó durante casi toda su vida; pero también se distinguió por ser un buen esposo y un mejor padre, entre muchas otras cualidades.
Con sus callosas manos don Lorenzo González construyó cientos de casas ostentosas y sencillas. Edificios y espacios públicos, fueron construidos con sus habilidosas manos.
Llevaba ya un buen tiempo postrado en cama debido a una complicación en su columna y en sus extremidades inferiores; y hace escasos días fue presa de una trombosis que orilló a los galenos a amputarle sus pies.
Dicen que lo tenían internado en el hospital del ISSSTE de la ciudad de Tepic, pero ante el cuadro tan complicado se dispuso trasladarlo de nuevo a su domicilio de la calle Morelos número 73, para que tuviese un final pasivo y rodeado de sus familiares.
Don Lencho era padre del bien recordado maestro Daniel González Pérez, fallecido hace alrededor de un lustro; pero también procreó a José Guadalupe y a Luisa, a Felipe y a Teresa, así como a Juan y a Javier, a María Concepción y a Jorge, todos de apellidos González Pérez.
Anoche estaba siendo velado en su domicilio, y hoy será sepultado en el panteón municipal. DESCANSE EN PAZ.
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