VALLE VERDE.
Una sombría y triste Navidad es la que este año pasarán la esposa, hijas, madre y demás familiares de quien en vida llevara por nombre Roberto Quiroz Ruiz, quien falleció anteanoche víctima de un terrible accidente que se suscitó a la altura del kilómetro 156 de la carretera internacional, muy cerca de la granja de Alpera.
Hasta ahorita nadie ha podido precisar las causas que dieron origen a este fatal accidente que segó la vida del buen “Robert”, como mejor se le conocía a este hombre que frisaba en los 39 años de edad, residente del poblado de Valle Verde, perteneciente a la geografía de Ahuacatlán.
Algunos hablan de exceso de velocidad; otros sostienen que fue un tráiler el que hizo que Roberto perdiera el control. Quién sabe. Lo cierto es que se trató de una brutal volcadura la que deja un profundo dolor a su familia y a sus múltiples amigos, incluyendo desde luego al equipo de fútbol de Valle Verde, dirigido y patrocinado por él.
El vehículo finalizó a 20 metros de distancia de la cinta asfáltica, casi pegado a un cerco de piedra, ahí en la curva que se sitúa frente a la gran de Alpera y a escasos metros del poblado de Copales.
En la unidad viajaban otras tres personas, pero la mala fortuna hizo que “Robert” resultara con lesiones fatales, falleciendo ahí mismo.
Cuentan que se dirigía hacia Ixtlán, proveniente de Tetitlán cuando ocurrieron los hechos, al filo de la medianoche presentándose a ese sitio la policía municipal, Guardia Nacional —División Caminos— y otros cuerpos de rescate.
Fue Roberto una persona extremadamente sencilla, afable y amigable. Todo mundo lo conocía, pues además de enrolarse en el fútbol trabajaba para la Comisión Federal de Electricidad, al parecer como responsable de zona.
Robert deja viuda a Yohana y huérfanas a sus dos hijas. Una pérdida muy lamentable que ha causado una honda pena en los distintos círculos de la sociedad en la zona sur. DESCANSE EN PAZ.
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