¿Será o no será? ¡Es tu reflexión!
¿Que tal amigas y amigos? Gracias por leer y acompañarme en la reflexión de éste tema del dolor. Hoy analizaremos que las pruebas que cada uno de nosotros pasamos en la vida aunado con el dolor tiene su razón de ser, ya que, ¡imagínate!, quién podría negar, que aún el cielo nublado tiene su razón de ser. Porque efectivamente los días con sol son maravillosos y necesarios; pero también necesarios son los días grises y oscuros porque cumplen una función útil, además la lluvia produce la fecundidad del suelo y en esto la naturaleza tiene una lección que enseñarnos.
“En la vida hay luces y sombras, ambas útiles para la formación de nuestro carácter y el desarrollo de nuestra personalidad”.
Una persona decía tiempo atrás que estaba atravesando por una dura prueba, y que no sabía si debía tomarla como un castigo de Dios o una simple contrariedad. En verdad no importa qué nombre le demos a nuestros infortunios; lo que sí nos interesa saber es que todos esos momentos los debemos de aprovechar para nuestro bien. Si los tomamos con una actitud positiva y que esa fuerza que nos dan los momentos difíciles nos ayude de tal manera que practiquemos nuestras virtudes, nuestros talentos dormidos e inundar de bondad nuestro corazón.
“Si usted está sobrellevando en éste momento una prueba, una carga que parece empañar su felicidad, no se desaliente”.
Dios no permitirá que se derrame una lágrima innecesariamente, si hay Fe y confiamos en Él con una mente segura y serena, aprenderemos la mejor lección de ese trance amargo y se podrá convertir en una experiencia fructífera y que podamos decir confiadamente: “Agradezco al cielo por la copa de dolor que he bebido”.
“El Dolor ha sido la mejor disciplina para muchos, mediante la cual aprendieron a despojarse de sus defectos y mezquindades o al aceptar el sufrimiento físico y moral aprendemos a simpatizar con el más débil, el caído”.
Pero siempre la prueba del Dolor nos hará fuertes. De manera que cuando sufrimos, aprendemos. Es decir; “Nadie madura realmente hasta tanto no se siente cerca de la muerte”. Por tal motivo; “Frecuentemente tenemos que perder las fuerzas físicas para encontrar luego las fuerzas espirituales. Tenemos que despojarnos de nuestra suficiencia y convencernos de nuestra fragilidad humana, antes de poder sentir nuestra necesidad de Salud, de Fe”.
Quizás por eso el dolor, la enfermedad es capaz de brindar éstos bienes, y sólo así podemos decir que es una bendición, porque nos vuelve más humanos, más sensibles al dolor ajeno, menos superficiales y sobre todo más dispuestos a cuidar del “Tesoro de la Salud”.
Primero Dios tengo una cita contigo próximamente, un gran abrazo y espero tus comentarios como siempre a mi correo: lilyher_23@hotmail o a mi Face: Liliana Hernandez.
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