Report-arce
Ante la fuerza musical que me dejó sin aliento, en mis pensamientos deshilachados y el alma en rocío, creí que la calidad de esta pieza sería el excelso de la velada, pero me equivoqué porque una mujer de mirada diáfana y movimientos de ojos como colibrí, con dos canciones quedamos cautivados por la maestra Imelda Sánchez, que “sólo le pido a Dios” de Mercedes Sosa y “Coincidir” letra de Alberto Escobar; ella manifiesta la filosofía de vida y nos acerca los corazones como violines en la sensibilidad de sus cuerdas y su vista al cielo ante el azoro de los presentes.
Qué belleza de interpretación. Aplausos gigantes ante el torrente de luz en su voz y en redoble de fortalecer en esta rara creencia de amor y la existencia humana, la naturaleza y el compromiso social. Un himno consagrado a los buenos y a los muchos.
Necesitamos un calmante, como un discurso y el M.C. Carlos Muñoz Barragán, secretario general del SPAUAN, remarca la importancia de seguir patrocinando estas veladas culturales y que no desaparezcan, que son necesarias y agradece a los organizadores, promotores, maestros y estudiantes, a las que estamos.

Lily sigue en su atril de madera conduciendo en el arte de las palabras mientras la noche blanca y azul se llena de estrellas y de melancolía. La alumna Carmen Huerta nos trae desde un lugar de La Mancha cuyo nombre no quiero ni acordarme, al hombre soñador y enjuto, el solemne caballero que baja de su caballo Rocinante y delante de todos le da consejos a su fiel escudero de aspecto simpático, bajo y regordete que con simpleza y absorto escucha el decálogo: “contar con la sabiduría temiéndole a Dios; conocerse a sí mismo, humildad del linaje de labradores, humilde virtuoso que pecador soberbio; realizar hechos virtuosos; compasión con justicia; procura descubrir la verdad entre las promesas; la misericordia; habla con reposo pero no para ti mismo; come poco y cena más poco; si sigues estos preceptos serán la paz y el beneplácito, tu fama será eterna y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura”.
Vuelven los artistas en el ensamble de la UAN, y hacen bailar con las serie de cumbias para alegrar los cuerpos y que no sólo de palabras vive el hombre, claro que también la mujer, sino que también que la sangre agolpada se levante la alegría como banderas colectivas sin importar nombres y geografías.
Casi cerrando, el discurso del presidente municipal, Pepe Alvarado, los parabienes, felicitaciones, agradecimientos. Se le otorga al último jubilado que aunque quiere aparentar tranquilidad, sé por la experiencia y esa viveza que me tocó tener, que todavía trae las estelas de esa mezcla de felicidad y abandono, los sentimientos encontrados como puntas de lanza o flechas de interrogación.
Contemplo a un árbol sin hojas, y no es metáfora. Los aplausos finales como si cayera el telón de los sueños y la fotografía de los maestr@s y representantes como un hasta pronto y que espero con mucha emoción me vuelvan a invitar como testigo o poeta, como gusten, me alquilo para soñar como escribiera Gabriel García Márquez.
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