Después de una semana de la inesperada despedida de Doña Obsidiana a causa de los frijoles quemados, nuevamente se vuelve a encontrar con Don Eucalipto para seguir con sus pláticas tan amenas, pero esta vez en el Mercado Municipal….
Doña obsidiana -Como le va Don Eucalipto.
Don Eucalipto -Bien Doña Obsidiana, aquí nomás pasándola y que me tiene de nuevo pues…
Doña obsidiana -fíjese que en la semana hubo muchas cosas re buenas ¡Ehhh!, fíjese que vinieron los de la Rondalla de Saltillo y según me cuenta mi compadre Pablito, cantaban re bonito y puras canciones pa nosotros, pero lo que más me sorprendió es saber que se hizo el evento que disque para cooperar con la Cruz Roja ¿usted cree?
Don Eucalipto -¡Aaaay qué bonito!! ¿Y luego por qué no me avisó a tiempo para llevar a mi Chole?
Doña obsidiana -No se preocupe Don Eucalipto, seguirán haciendo esos festivales y pues hay que cooperar al fin que ellos siempre nos ayudan en los accidentes y de a gratis.
Don Eucalipto -Así es Doña Obsidiana, apoyemos a esta noble institución. Y bueno dígame, ¿eso es todo?; sígame platicando qué están haciendo esos del Eco Museo.
Doña obsidiana -Ah que Don Eucalipto, a usted nada se le pasa jajajajajja; pues mire, ahora que ya empezaron la fiestas patrias dicen que ya tienen todo listo para inaugurar el proyecto, que dizque van a desfilar el 16, que va a estar muy bonito. A mí ya me invitaron y como un invitado invita a más, pues yo lo invito también.
Don Eucalipto –Ándele, qué bueno que me dice a tiempo para llevar a mi Chole, no como lo de la rondalla. Usted me dice de la comida cuando ya no quedan ni huesitos.
Doña obsidiana -Como será Don Eucalipto, usted no se preocupe que yo lo mantendré al tanto de todo lo que pasa en nuestro Ixtlán, pero sabe amigo Eucalipto el otro día mi nietecita me dijo que le contara una de las leyendas más famosas de Ixtlán que porque le dejaron de tarea llevar una leyenda y ¿Cuál cree que le conté?
Don Eucalipto La del callejón del diablo.
Doña obsidiana -No como cree, si ese callejón está detrás de mi casa, ¿para qué asustar a los chiquillos?
Don Eucalipto -¿Entonces cual?
Doña obsidiana -Pues la del Cerrito de Cristo Rey.
Don Eucalipto -Me creerá que ya ni me acuerdo como iba.
Doña obsidiana – Ah, pues deje se la cuento: “Dicen que Ixtlán del Río, en el cerro de Santa Catalina, se aparecía el diablo con frecuencia. Mucha gente fue atrapada por él y encerrada en una cueva. Dicen que se escuchaban profundos gritos mientras el diablo los mataba.
Todo eso se acabó, cuando se puso en la cima del cerro la escultura de Jesucristo, desde ese año le llaman el cerrito de Cristo Rey”.
Doña obsidiana -Como ve, ¿Ya se acordó?
Don Eucalipto – pues claro que sí me acordé, ¡y como no!, si esas leyendas son las que hacen que Ixtlán tenga una historia envidiable. Aun recuerdo qué miedo me daba pasar por el cerrito de Cristo Rey cuando mi papa me llevaba a ordeñar a Los Toriles….
Doña obsidiana -Pues sí Don Eucalipto; y como esas hay muchas que podemos recordar juntos. Pero bueno ya será otra vez, porque ya se me hizo tarde y ya me tengo que ir, que hoy es cumpleaños de mi viejo y le voy a hacer un rico pozolazo, como el que hacen “las güeras” del monumento a la madre.
Don Eucalipto –Ándele pues doña obsidiana, ya se me fue corriendo y se le olvidó una cosa muy importante; ¡Invitarme a la pachanga!! jajajajja hay será para la otra…
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