IXTLÁN DEL RÍO.― “Las ventas están por los suelos y nuestra organización ya ni existe”; fueron estas las palabras que vertió la ex dirigente de la FAMIMEN -Industriales de la Masa y la Tortilla en Nayarit- de la zona sur, Yolanda Bañuelos.
Radicada en una de las colonias de la zona oriente de Ixtlán, la señora Yolanda dijo que “La tortilla de maíz -icono de la cocina mexicana y base de la dieta nacional-, disminuyó su consumo un 40 por ciento en 20 años al perder su sabor y su textura, pese a las variedades de maíz criollo que existen en el país”.
Recalcó que los establecimientos tradicionales que se dedican a la venta de tortillas en la zona sur siguen ofreciendo productos de calidad, pero aclaró que de pronto llegaron nuevos tortilleros, los cuales usan tecnología más moderna y con un sistema de reparto distinto al acostumbrado.
Aseguró que existe ahora una competencia desleal y que uno factor importante que ha influido en esto mismo son los mototortilleros, aunado a la proliferación de tortillas de otras especies, con conservadores.
En ese tenor, la señora Yolanda Bañuelos consideró importante tratar la pérdida que están teniendo en la alimentación, tanto en su calidad» como en cultura» frente a la “excesiva” cantidad de alimentos rápidos que se consumen ya en zonas tanto urbanas como rurales.
Lo anterior, señaló, obliga a la sociedad a abandonar la tortilla, sumado al acelerado crecimiento de la harina de maíz y la falta de interés social para hacer tortillas con las técnicas tradicionales como la nixtamalización, el proceso de cocción del maíz con agua y cal y posterior molienda.
“No es lo mismo una verdadera tortilla con maíz de nixtamal que una tortilla comercial de harina de maíz industrializada de baja calidad, con conservadores y aditivos”, finalizó.
Discussion about this post