Desde el mes de mayo de 2014, la señora Ana María Salcido, vive, al igual que el resto de su familia, con la angustiante desesperación e incertidumbre por la desaparición de su hijo en nuestro estado, todo eso sin contar que la autoridad a quien compete la investigación no da muestras de algún avance. Por ello, en la reciente visita que el Secretario de Gobernación, Osorio Chong, hizo a Tepic; esta valiente señora rompiendo el cerco de seguridad, se postró de rodillas frente al funcionario tratando de conmoverlo y que con su poder, se logren resultados concretos de la investigación sobre la desaparición de su ser querido. Sin duda esta noble señora confía en que Osorio Chong, con la investidura que ostenta, le devuelva la paz.
En el estado de Hidalgo, la señora Guadalupe Vargas, también de rodillas ante este mismo funcionario clamó el 27 de julio pasado el esclarecimiento del secuestro de su hija Nallely de 28 años de edad. Afortunadamente las súplicas de esta angustiada madre sufrieron efectos, su hija al siguiente día fue rescatada.
En México no se tiene un padrón exacto de las personas desaparecidas. Pero el número se considera en más de 26 mil que, si los padres, hijos, hermanos, cónyuges que sufrimos esta incertidumbre de no saber de nuestro ser querido, nos tuviéramos que arrodillar ante este señor como última instancia para por lo menos ser escuchados, sin duda llenaríamos la explanada del Zócalo de la Ciudad de México.
Mis artríticas rodillas ya se resisten a postrarse ante el crucifico, y el crujir de mis huesos viejos parecen decirme: “ya no insistas, ves que ni te escucha”. Y es que han transcurrido cuatro años de la desaparición de nuestro hijo en la ciudad de Puebla, y no hay señales de resultados sobre la investigación, creo que en la Fiscalía de esa entidad hasta se burlan cuando escuchan mi voz solicitando información, pues el licenciado Tepox, encargado de la mesa 4 sobre desaparecidos, me responde con la misma canción, de que han cambiado de investigador y que por la tarde o noche se comunicarán conmigo para informarme sobre el avance; y me quedo esperando, por ello digo que se burlan de nuestra situación. En vez pedir de rodillas a uno de estos funcionarios, dan ganas de mentarles la ma…
Al gobernador de esa entidad le he mandado misivas por mensajería y a la dirección de la página de gobierno de Puebla igualmente le he planteado mi situación, pero todo es inútil. El fiscal dos o tres ocasiones me responde por escrito que nada hay en concreto.
Sin dunda en nuestro estado hay más familias que sufren como nosotros y esta señora Salcido la desaparición de un ser querido, como el caso de la familia de mi amigo Eugenio, que hace cinco años su hijo desapareció saliendo de un banco, y ha visitado la Fiscalía infinidad de veces sin ningún resultado, inclusive siente al igual que yo, que lo ignoran. Estas angustiadas mujeres en su suplica lleva explícito que quienes tienen la obligación de investigar dejen de nadar de muertito, esperando que los familiares hagamos su trabajo
Entiendo y me duele ver a estas madres y padres que buscan desesperados a sus seres queridos, como los progenitores de los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, que en forma incansable reclaman el esclarecimiento de la desaparición de estos futuros profesores; claro, organizados utilizan otros recursos como marchas, conferencias, encuentros con funcionarios, con la Comisión Nacional de los Derechos humanos y hasta con organizaciones internacionales.
escanio7@hotmail.com
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