IXTLÁN DEL RÍO. – Con 56 años a cuestas, don Manuel Nolasco regresó ayer a su domicilio cargado de energía; feliz, contento y totalmente satisfecho por haber asistido por primera vez a la zona arqueológica de Los Toriles, uno de los sitios más emblemáticos de Ixtlán.
De paso, el señor Nolasco aprovechó la jornada para deleitarse con el festival artístico y cultural que se realizó en ese espacio y que fue organizado por el Ayuntamiento en coordinación con la Dirección Municipal de Arte, Cultura y Turismo.
Don Manuel llegó a Ixtlán procedente de Ahuacatlán a eso de las 9:30 de la mañana. Vino exclusivamente a eso; es decir, a sumarse al festival de la primavera y a deleitarse con el evento que se realizó por la tarde, junto con su esposa, tres hijos y dos nietos.
El festival, por cierto, resultó mucho mejor de lo que se esperaba. Cientos de personas fueron las que, desde las 9:00 de la mañana y ya entrada la noche, acudieron a la zona arqueológica de Los Toriles a fin de presenciar esa amplia gama de espectáculos autóctonos de la región.
El folclore en toda su expresión: música, danza, bailes, poesías. Todo eso en un mismo evento, correspondiéndole al propio presidente municipal, José Antonio Alvarado Valera, hacer la declaratoria inaugural, en conjunto con el delegado del INAH en Nayarit, Othón Yaroslavl Quiroga.
Fue relevante la participación de la danza autóctona Quetzalcóatl que transportó a los asistentes a épocas pasadas. Muchos aplausos arrancó por su parte el cantante Luis López El Borrego, así como la participación del experimentado declamador Juan Manuel Ávalos Salinas y el Mariachi Raza Kora.
De esta manera, el H Ayuntamiento de Ixtlán recibió pues el equinoccio de la primavera, ahí, en medio de los edificios prehispánicos. Un evento como pocos.
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