Sentado en el pasillo frente al área de hemodiálisis del Seguro Social, conversaba con el familiar de otro paciente, bonachón él y dicharachero.
Desconozco aún su nombre, pero supe que no había cursado una carrera universitaria; sin embargo me dio una verdadera cátedra de lo que es la filosofía de la vida.
Le confesé que me dolía la garganta y que presentía que me iba a enfermar; “Pues si crees que te vas a enfermar, ¡Te vas a enfermar!”, me dijo.
Seguimos platicando, pero ya en la soledad de la habitación me puse a reflexionar y llegué a la conclusión que las palabras, los sueños y los pensamientos tienen el poder de crear condiciones en nuestras vidas.
De lo que hables, lo obtendrás.
Si sigues diciendo que no soportas tu trabajo, puedes perderlo.
Si sigues diciendo que no soportas tu cuerpo, tu cuerpo puede enfermarse.
Si sigues diciendo que no aguantas tu carro, tu carro puede ser robado o descomponerse.
Si sigues diciendo que estás quebrado, ¿Sabes qué? Siempre estarás quebrado.
Si sigues diciendo que no puedes confiar en hombres o mujeres, siempre encontrarás alguien en tu vida que te lastimará o te traicionará.
Si sigues diciendo que no encuentras trabajo, seguirás desempleado.
Si sigues diciendo que no puedes encontrar alguien a quien amar o crea en ti, tus pensamientos atraerán mas experiencias confirmando tus creencias.
Haz tus pensamientos y tus conversaciones más positivos y guárdalas con fe, esperanza, amor y acción.
No tengas miedo de creer que puedes tener lo que tú quieres y mereces.
Observa tus pensamientos, se convertirán en palabras.
Observa tus palabras, se convertirán en acciones.
Observa tus acciones’, se convertirán en hábitos.
Observa tus hábitos, se convertirán en carácter.
Observa tu carácter, se convertirá en tu destino
Así, para prevenir cualquier obstáculo, ¡Consigue tu propio camino!
¡Disfruta cada minuto de tu vida!
Cuando el filósofo señala la luna, el tonto se fija en el dedo.
Si no te gusta lo que recibes, revisa muy bien lo que estás dando.
Así como las olas brotan del mar y regresan al mar, así nosotros venimos de Dios y regresamos a Dios.
Cuando el amor es feliz lleva al alma a la dulzura y a la bondad.
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