AHUACATLÁN.
Caminar por algunas calles de Ahuacatlán no es tan cómodo. En algunas hay agua estancada, mientras que otras arterias están anegadas en lodo; todo esto debido a las constantes tormentas que sobre esta zona se han abatido.
La de anteanoche fue una lluvia que dejó patios, corrales y obviamente calles inundadas. En algunas de ellas el agua alcanzó hasta el metro de altura, como es el caso de la esquina de la Aldama y Reforma, en el barrio del Chiquilichi.
Estas y otras vías amanecieron ayer con espesos lodazales y se cita el caso también de la calle Allende, esquina con Reforma, muy pegado al Jardín de Niños “María Montessori”, al igual que la Morelos, al pie del DIF municipal.
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De acuerdo a los expertos, el problema se hace más agudo debido también a otros factores, destacando en ese sentido los taponamientos intencionales del antiguo canal que atraviesa la ciudad de oriente a poniente y que está situado al extremo sur de la cabecera.
Se dice que algunos particulares bloquearon el afluente con bardas u otros materiales de construcción, ocasionando con ello que el agua que baja de los cerros se desplace hasta las calles.
Otro agravante más que se suma a todo esto son las obras que actualmente se ejecutan en algunos puntos de Ahuacatlán, sobre todo en las calles Morelos, Aldama y Miñón, donde se realiza la rehabilitación del drenaje… solo que la empresa constructora acumula montículos de tierra y arena.
La arena y la tierra ha ocasionado a su vez que algunas alcantarillas estén obstruidas impidiendo el cauce de sus aguas; por eso es que con las lluvias se registran inundaciones, como la de anteanoche.
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