Amados ojos de profundo ámbar
son el remanso de mi existir.
Amados ojos, la voz que callan
me habla siempre de su sentir.
Su transparencia tiene cautiva
a mi alma curiosa,
a mi sed de amar…
es su horizonte mi fin destino,
es su lenguaje mi voluntad.
Cuando los miro renace el mundo,
florece el campo, reduce el mar
para colmar el riachuelo seco
que había perdido toda humedad.
Amados ojos, redonda estela;
como la tierra al caminar
cuando los miro a Dios encuentro
y el paraíso me queda atrás,
tras un suspiro, tras solo un beso
y desde entonces…no pido más.
Amados ojos, son mi reflejo
son la sonrisa, ternura y luz,
destello y viento, un ave en vuelo
son Dios amante, son paz sin fin.
Amados ojos de Sol naciente
estrellas finas de polvo y sal
cuando les danzo renazco y muero
de puro gozo, por puro amar.
Amados ojos, no tengo dueño,
pero gozosa me entrego así
a las pupilas que son testigos;
de mi camino, sendero y fin.
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