UZETA
Un lamentable accidente puso punto final a la vida de Gabriel Altamirano Raygosa, cuyo cuerpo fue sepultado ayer en el poblado de Uzeta, donde tenía su domicilio.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado poco antes de las 3:00 de la tarde en una parcela que se sitúa en este mismo ejido.
Gabriel estaba trabajando y lo acompañaba su hijo, quien al parecer estaba arriba de una camioneta, cuando repentinamente la unidad empezó a “recular”, es decir, a rodar lentamente en reversa, pero en una bajadita.
De 43 años de edad, Gabriel se dio cuenta del peligro y corrió a querer detener la camioneta. Dicen que con dificultad abrió la puerta para ver si podía desviar la trayectoria del vehículo a fin de que no cayera a un barranco.
Lamentablemente no lo consiguió pues la camioneta lo arroyó, falleciendo prácticamente en el lugar de los hechos; en cambio logró salvar la vida de su hijo, quien a su vez comunicó el suceso a sus familiares y a las autoridades auxiliares.
Gabriel Altamirano, era hijo del famoso “Pachuco”, también radicado en Uzeta. Fue un hombre hacendoso en toda la extensión de la palabra, buen hijo, buen esposo, buen padre… El domingo fue sepultado en el panteón de Uzeta.
DESCANSE EN PAZ.
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